Fue el pasado 6 de mayo cuando Archie Harrison Mountbatten-Windsor, llegó al mundo. El hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry ocupa el séptimo lugar en la línea de sucesión al trono del Reino Unido.

En este contexto, los duques de Sussex debían encontrar a la niñera perfecta para cuidar al bebé. Para esta importante labor, la elegida ganaría un sueldo anual de 89 mil dólares (más de 60 millones de pesos chilenos).

Sin embargo, ni todo el dinero del mundo pudo evitar que la niñera renunciara. Al parecer, la duquesa no quiere tener ayuda de nadie para cuidar a su hijo, y esto habría molestado a la encargada, tal y como lo reveló el sitio de espectáculos E!

Ni dos semanas alcanzó a trabajar la niñera en el palacio, convirtiéndose en la cuarta persona que no quiere seguir siendo empleada de los Duques de Sussex. La mujer se habría ido después que no le permitieran acercarse al bebé.

Según rumorean varios sitios internacionales, la duquesa de Sussex tendría un carácter un poco “complicado”, por lo que algunos trabajadores del palacio han decidido renunciar a tratar con ella.

“Quiere tener el control de todo. No permite que nadie se quede a solas con Archie e ignora cualquier tipo de ayuda”, detalló una fuente cercana al sitio inglés Express.

Según informaron al medio, el bebé necesita ser vigilado en todo momento, incluso cuando duerme. No obstante, Markle no dejaría que ni su propia madre, Doria, esté a solas con él. “Una situación insostenible”, detalló finalmente.