Películas, libros, documentales y series se han hecho con la historia de la princesa Diana de Gales y la dramática vida que tuvo junto a su esposo, el príncipe Carlos.

Y es que desde el comienzo de su relación, ella sabía que las cosas estaban mal. El futuro monarca de Inglaterra le fue infiel antes y durante su matrimonio, y ella siempre supo que estaba enamorado de Camilla Parker-Bowles.

Luego vinieron sus embarazos, los que Carlos tampoco supo disfrutar, haciéndola sentir mal incluso cuando supo que su segunda espera se trataba de un hombre y no de una niña como él quería.

Pero si hablamos de comentarios desubicados del príncipe a Diana de Gales, podríamos enumerar varios. De hecho, en una nueva memoria del juez retirado del Tribunal Supremo, Johan Paul Stevens, el heredero del trono bromeó en más de una ocasión diciendo que era un “ciudadano de segunda clase” cuando iba a fiestas de la mano de su flamante esposa.

Cuando Stevens se encontró con la pareja real en una cena formal en 1985, realizada en la National Gallery of Art en Washington, DC, presenció un momento bastante incómodo que hasta el día de hoy recuerda.

No tengo memoria de ninguna de las obras de arte exhibidas en esa ocasión, pero recuerdo vívidamente haber conocido a la Princesa Diana y a su entonces marido, el Príncipe Carlos“, escribió Stevens en su libro lanzado recientemente. “Diana, una mujer inolvidable, bella y graciosa, fue el centro de atención para un grupo de admiradores tras otro“, agregó.

Por lo mismo, el príncipe Carlos acostumbraba a decir que se sentía “un ciudadano de segunda clase” cuando asistían juntos a eventos, ya que toda la atención recaía sobre la princesa.

Esta revelación es una más de las tantas situaciones incómodas que hizo pasar el futuro monarca a su fallecida esposa, durante su matrimonio de 15 años.