Hace unos días se cumplieron 12 años desde que Madeleine McCann desapareció de un resort ubicado en Praia da Luz, en Portugal, mientras sus padres cenaban con amigos a unos metros de la residencia.

Este caso de desaparición ha sido lejos el más mediático de todos, principalmente porque sus padres nunca han bajado los brazos, y cuando la Scotland Yard (policía de Londres) parece no tener más recursos para continuar con la investigación, Kate y Gerry McCann hacen todos los esfuerzos posibles para pedir un ’empuje’ más.

Desde que la situación saltó a la opinión pública, se han producido varias piezas audiovisuales, libros y programas de televisión donde se intenta dar con alguna pista sobre el paradero de la que ahora sería una adolescente de 16 años.

Es en este contexto que a veces las pistas pueden provenir de las personas menos esperadas, como una amiga de la mismísima reina Isabel II, quien se encontraba vacacionando en el mismo lugar que los McCann en Algarve.

De acuerdo a lo informado por el medio británico The Sun, Carole Tranmer (71) estaba en el piso de arriba del departamento donde dormían los McCann en el Ocean Club.

Mirando hacia abajo, debajo del piso de los McCann, vi a alguien que salía del apartamento de la planta baja cerrando la puerta con mucho cuidado y en silencio. Me pareció muy extraño. Miró a un lado y al otro, cerró la puerta y caminó muy rápidamente hacia abajo“, habría señalado la mujer a la policía en ese entonces.

Esta declaración le da fuerza a una teoría que los investigadores del caso han barajado hace mucho tiempo, y es que el posible secuestrador de Maddie sea ‘el hombre enmascarado'”, una asesino serial y pedófilo alemán llamado Martin Ney.

El hombre cumple cadena perpetua desde 2012, tras haber violado a tres menores y ser sindicado como el autor de más de 40 abusos sexuales.

Ney está en la mira de la policía pues cuando ocurrió la desaparición de Madeleine, él se encontraba en dicha zona de Portugal. Es en este contexto que la descripción que entregó la amiga de Isabel II a la autoridades, coincide con las de otros testigos que aseguraron haber visto a un misterioso hombre en el resort.

La declaración de Trammer también llamó la atención de los investigadores cuando se enteraron que era conocida de la reina Isabel II, asegurando que había trabajado para la Colección Real de Arte, y que conocía personalmente a la monarca, tanto que incluso ha conversado con ella en visitas privadas y de carácter amistoso.

Es por lo mismo que Scotland Yard la considera como “una persona creíble”, y le han puesto especial atención a sus declaraciones, posición totalmente contraria a lo que cree la policía portuguesa, pues ellos no avalan la tesis de que Martin Ney puede ser sospechoso, sino que creen que el misterioso hombre es otro sujeto.