El hermano del soldado que el sábado abrió fuego contra dos efectivos del Ejército de Chile al interior de la Escuela de Caballería Blindada de Iquique se refirió a cómo vivió los últimos meses al interior de la institución.

En entrevista con el programa Podría Ser Peor de Radio Bío Bío, Germán Velásquez relató las angustias sufridas por su hermano Marco antes de tomar la decisión de disparar contra sus compañeros para luego suicidarse.

Germán relató que para su hermano era “difícil explayarse, hablar de sus sentimientos, pero no era un mal niño. Era tranquilo, alegre, simpático, educado”. Sin embargo, detalló que “lo trataban como el bicho raro del grupo, lo aislaban”.

Así, señaló que se encontraba con depresión, no por pertenecer a la institución, sino que “por el trato que él tenía adentro, el acoso”. Esto lo habría llevado a intentar suicidarse en diciembre, tras eso “la institución les dio 4 días de terapia”.

Germán acusa que la institución no tomó en cuenta la advertencia de una estudiante en práctica que le diagnosticó cuadro grave de depresión, quien recomendó tratamiento psiquiátrico. Pese a esto, fue dado de alta por un médico de turno que no lo vio personalmente.

Esto, luego que su padre preguntara cómo poder sacarlo del recinto. “Mi papá no puso ni un pero porque quería a su hijo de vuelta”. El hermano del conscripto también comentó que Marco era constantemente castigado, por lo que no podía salir de franco y que incluso “estuvo más de un mes y medio sin salir”.

“Marquito no quería seguir en la institución, quería que le dieran de baja“, señaló Germán, agregando que a su hermano “lo agobiaron a tal punto que se quebró”, relató.

“No sé qué le habrán hecho durante esta semana (del baleo). El sábado tendrían que haberlo soltado, pero pasa que un soldado se enfermó y mi hermano era siempre el que cubría turno, no lo dejaban salir, lo castigaban, no lo dejaban ver a su familia, obviamente se iba a agobiar”, agregó.

Finalmente, criticó al Ejército por no velar por su bienestar ni por la seguridad de sus compañeros: “Era un niño de 18 años con problemas, le dieron un arma sabiendo que estaba con depresión, porque esta estudiante en práctica les dijo que estaba mal y aun así no escucharon”.