De acuerdo al ministerio de Energía, la instalación de estos modernos equipos permitirá saber cuánto consume cada hogar o empresa a cada hora, abriendo espacios para optimizar el gasto y generar ahorros; tener mayor precisión de los cobros efectuados; efectuar el corte y la reposición de forma remota, reducir los tiempos de interrupción, entre otras prestaciones.
La inversión en los equipos en ningún caso supone un aumento de rentabilidad para las empresas, la cual está regulada por la Ley General de Servicios Eléctricos. En este contexto, la ministra de Energía, Susana Jiménez, destacó la instalación de medidores inteligentes en 6,5 millones de clientes de suministro eléctrico del país a 2025.
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Los medidores inteligentes forman parte de los sistemas de medición, monitoreo y control que deberán implementar las empresas distribuidoras, de acuerdo a la Norma Técnica para Sistemas de Distribución, dictada por la Comisión Nacional de Energía en diciembre de 2017.
La nueva normativa fija mayores exigencias en calidad del suministro eléctrico para los clientes, ya que incorpora estándares más exigentes de interrupciones de suministro, que de no cumplirse implican sanciones por parte de la Superintendencia de Electricidad y Combustible; exige la implementación de centros de atención de llamados para atender consultas, solicitudes y reclamos; y también la implementación gradual de sistemas de medición inteligente, con el objetivo de llegar al año 2025 a un 100% de cobertura, entre otras obligaciones para las empresas.
La principal duda que surgió a partir de esta noticia fue si acaso el cobro deberán asumirlo los clientes o no, por lo que la mañana de este martes en el matinal Bienvenidos, la Ministra respondió algunas consultas sobre este tema.
“Toda infraestructura tiene un costo que debe ser financiado por la tarifas, eso corre para los postes, los cables, para todo los activos necesarios para entregar el servicio“, señaló.
En la misma línea, indicó que si bien el ítem de arriendo de medidor que se cobra actualmente va a desaparecer por este cambio, el valor igualmente será compensado con este nuevo cobro. En términos prácticos, Jiménez comentó que en una cuenta promedio de $20.000, el aumento puede llegar hasta los $200.
Eso sí, insistió en que esto “no significa que vaya a cambiar la rentabilidad de las empresas”, y que incluso las cuentas podrían mantenerse ya que la reducción de personal que habrá debido a que no se necesitará gente revisando medidores, también podría influir positivamente en las tarifas.
Este punto también se explicó en un comunicado divulgado por la entidad pública, donde enfatizan que “considerando que la distribución de electricidad es un servicio regulado y los costos relacionados con proveer el suministro son reconocidos en la tarifa, la ley optó por estandarizar la forma en que los medidores sean remunerados haciéndose parte del servicio de red necesario para la prestación del servicio”.
La titular de Energía puntualizó que este cambio tecnológico, que incidirá en la calidad del servicio eléctrico, “tiene asociado un mayor costo, el cual debe ser considerado en el proceso tarifario, pero no implicará una mayor rentabilidad para las empresas distribuidoras, que está regulada por la Ley General de Servicios Eléctricos”.
Para efectos de calcular las tarifas también se considerarán los ahorros producidos por la implementación de este moderno sistema. Todo ahorro que haga la empresa distribuidora gracias a disponer de estos medidores será especialmente reconocido y trasladado a rebaja tarifaria.
En el matinal de Canal 13 también estuvo invitado el presidente Sebastián Piñera, quien fue bastante franco y aseguró que “todos los costos del sistema eléctrico los termina pagando el usuario”, pero que con este sistema también se va a ver beneficiado por el ahorro que promoverá el nuevo medidor inteligente.
