El caso de Nibaldo Villegas ha sumado más antecedentes los últimos días. Primero fue el informe psiquiátrico de Francisco Silva, que determinó que está en condiciones mentales óptimas, por lo que podrá ser imputado; y segundo, este jueves en La Mañana se reveló un testimonio inédito de la vida de Johanna Hernández, la expareja del profesor.

Según contó Rafael Araneda en el matinal de CHV, el equipo recibió una llamada de una persona que aseguraba ser un amigo íntimo de la mujer, a quien conocía desde hace 10 años. Este hombre, quien ocultó su identidad, relató que la imputada era una mujer de fe y muy ligada a la Iglesia, por lo que en su círculo a muchos sorprendió lo que ocurrió con Nibaldo.

“Participaba de las comunidades de vida, hacía catequesis, era muy cercana a Dios, pero más que eso era muy devota. Algo pasó, de repente dejó de ir, de repente vi que ya no estaba con Nibaldo, estaba con otra persona, pero nadie se quiso meter”, partió comentando este hombre que fue nombrado como Andrés.

Este amigo comentó que  Johanna ‘era una mujer de fe’ y que nunca mostró algo sospechoso o extraño en la comunidad, sino muy por el contrario: “En el tiempo que compartimos con ella, era una persona cuerda, sabía lo que quería, estaba feliz con Nibaldo. Contaba puras maravillas de él, estaba enamorada de él. Me contaba que se ponía a llorar cuando veían películas”, agregó.

En medio del relato, Andrés explicó que pudo conocer a Nibaldo, y tanto él como Johanna, se mostraron muy enamorados el uno del otro. Tenían proyectos juntos, querían armar una familia, y eso lo manifestaban cada vez que podían.

“Todos sabíamos que estaba enamorado de Johanna y que su más grande anhelo era estar con ella, en su casa junto con ella. Tenía un sueño grande que era ver su hija nacer, que fue lo que no pudo hacer con su primer hijo, por eso estaba tan entusiasmado con este proyecto con ella”, expresó este amigo de Hernández.

CHV
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Sin embargo, todo cambió de un día para otro, cuando se comenzó a rumorear que Johanna estaba con otra persona. Fue aquí cuando la madre dejó de participar de la Iglesia.

Pese a perder el contacto habitual con ella, muy de vez en cuando se veían y saludaban con Andrés. Una de las últimas veces fue una semana antes de que se confirmara la muerte de Nibaldo Villegas. Si bien en aquel momento no notó nada extraño, ahora todo tiene más sentido.

“No me llamó nada la atención. Me decía ‘estoy bien’, pero nunca me contó que había terminado con Nibaldo. Además, si esto fue pensando con tiempo, ¿por qué actuó tan normal? No lo sé. Escuché que había planificado todo (el crimen) hace tres meses, entonces no te daba la sensación de una psicópata. No había nada extraño”, relató este hombre, quien aseguró que la mujer se paseaba por el barrio con total normalidad, mientras sabía lo que había hecho con su expareja.

Claro que todo cambió cuando comenzaron a salir pistas respecto a la muerte de Nibaldo. Ahí todo el círculo cercano aseguraba que era ella la responsable, a lo que Andrés respondía que aún dudaba de su culpabilidad, como buen hombre de fe: “Le creí cuando hablaba en televisión, pero empezó a hacer cosas que causaron extrañeza, como que no contestaba nuestros mensajes (…) fue él (Francisco Silva) el punto de quiebre”, cerró Andrés, asegurando que la vida de Johanna cambió con el arribo de Silva.