37 días han pasado desde que Crisel Umaña (68), tomó su auto y salió con rumbo desconocido en la comuna de Quillota. Desde aquel 8 de octubre, su familia ha vivido un calvario al no saber nada sobre ella.
Verónica, hija de Umaña, reconoció que su madre no había podido superar la muerte de su esposo, el profesor Roberto Millas. “Yo pienso que ella estaba depresiva, por tantas pérdidas trágicas”, relató en entrevista con La Mañana de Chilevisión.
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Aquel lunes, la mujer perdió el contacto con su madre, luego de que saliera de su casa para supuestamente ir a buscar a sus nietas al colegio. Pero posteriormente, le envió un mensaje señalando que no podría cumplir con este favor.
Esa fue la última vez que se supo de Crisel. “Ella no dio luces de ninguna cosa, ni a mí, ni a nadie. Es más, se fue sin dinero. Su pensión no ha sido cobrada, no hay movimientos en sus cuentas bancarias”, comentó su hija en el matinal.
Una de las pocas pistas que se tienen sobre su paradero, es que cruzó el portal de la plaza de peajes La Palma, el día de su desaparición. Posteriormente, pasó por el peaje de Las Vegas en la Ruta 5 Norte en las cercanías de Llayllay. Sin embargo, desde ese punto, la PDI no ha obtenido nuevos antecedentes sobre el recorrido del vehículo.
“Me contó que se le habían acabado sus medicamentos, y entonces ese día ellas los compró, pero las tres cajas están enteras ahí cerradas, ni siquiera las llevó. Toda la ropa que frecuentaba a usar está toda acá en la casa”, agregó la hija de Verónica, sin lograr entender por qué se fue de casa.
Cabe señalar que Cricel salió en su vehículo Suzuki Swift Dzire color plata, patente GHDZ18. Cualquier antecedente o dato que puede servir para encontrarla, su familia solicita que sea entregado en cualquier cuartel de la PDI o de Carabineros.
