A ocho años fue sentenciado Harry Leigh, un joven de 19 años que violó a una adolescente de 15 tras ofrecerle ayuda con su tarea.

Según el medio británico Daily Mail, el sujeto quería ser conocido como el “asesino de la cinta roja de Hastings” e hizo planes detallados para matar a niñas y dejar cintas rojas junto a sus cuerpos.

Tras ser detenido, la policía encontró un “manual de asesinato” con una lista de al menos 30 posibles víctimas, láminas de plástico, mapas y una colección de cuchillos.

Entre las personas que quería asesinar se encontraban niñas de 12 años de edad, de quienes también abusó.

Durante sus investigaciones, la policía encontró una carpeta con un personaje llamado el asesino de la cinta roja”, explicó el juez David Rennie, agregando que las evaluaciones psiquiátricas habían arrojado rasgos psicopáticos.

Daily Mail
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Durante un juicio, el joven se declaró culpable de cinco cargos por incitar a cuatro niñas de entre 13 y 15 años a participar en actividades sexuales, ocho cargos por causar que siete niñas de entre 12 y 15 años vieran un acto sexual y tres cargos por producir imágenes indebidas de niños en enero de 2018.

La víctima declaró que aún tiene pesadillas todas las noches y que: “Todavía estoy llena de ira y resentimiento por lo que pasó”, agregando que: “Sé que estoy mejorando, pero no sé si alguna vez me sentiré diferente”.

Las actitudes de Leigh habrían comenzado cuando apenas tenía 13 años, volviéndose cada vez más graves, incluso llegando a publicar en redes sociales su intención de querer matar personas.