“Mentirosa en serie”, así consignaron medios internacionales a Jemma Beale, de 27 años, luego de que la justicia descubriera que la mujer inventó una de serie ataques y agresiones sexuales que habría sufrido a manos de 15 hombres diferentes.

Beale afirmó en más de una ocasión a la policía de Bedfont, al oeste de Londres, que había sido agredida sexualmente por seis hombres y violada por nueve en cuatro encuentros diferentes en el transcurso de tres años.

Sin embargo, después de la investigación la policía llegó a la conclusión de que dichas acusaciones fueron realizadas únicamente para ganar el dinero que entregaban como compensación aquellos que intentaron ayudar a resolver el caso de Jemma.

La mujer fue sentenciada por un juez londinense a 10 años de cárcel en agosto de 2017 ante el Tribunal de la Corona de Southwark, después de ser encontrada y declarada culpable de cuatro cargos de perjurio y cuatro cargos de obstrucción a la justicia.

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Perdió la apelación

En un intento por limpiar su nombre, Jemma apeló a su condena ante la Corte de Apelaciones de Londres durante la mañana del jueves.

Gillian Jones, abogado de Beale, argumentó que el juez de primera instancia debió haber dado instrucciones al jurado sobre el “peligro de suposiciones, mitos y estereotipos” relacionados con las víctimas de delitos sexuales.

También confesó que la pérdida del anonimato de su clienta tras el caso la llevó a un intenso escrutinio por parte de los medios de comunicación, hecho que habría causado diversos perjuicios a Beale.

Sin embargo, y rechazando su solicitud de apelación, la justicia le recordó a la mujer que sus acciones privaron de libertad a personas inocentes y que esos argumentos generalmente se aplicaban a las víctimas, no a los acusados.