185 puñaladas fueron las que le propinó una mujer a su esposo tras encontrarlo abusando de su hija menor de edad, en la localidad bonaerense de José C. Paz.
Según información consignada por el medio local Crónica, el hecho ocurrió el fin de semana pasado. La mujer de 38 años identificada como Paola Córdoba halló a su esposo Alberto Elio Naiaretti, de 46, forzando a una de sus hijas a tener relaciones sexuales.
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Este escenario habría desatado la furia de Paola, quien según se ha investigado, fue víctima por años de violencia intrafamiliar por parte del hombre. Se dirigió a la cocina, tomó un cuchillo y apuñaló Naiaretti en el pecho, abdomen y espalda.
La mujer fue detenida por la policía junto a otra hija de 18 de años, llamada Paula, quien presenció la dramática y sangrienta escena.
Vecinos de la familia aseguraron a Crónica que el sujeto “era conocido como El Gitano, vivía acosando a las mujeres del lugar. Además, es un conocido estafador. El tipo era de lo peor y todos sabíamos que trataba mal a su familia”.
Cabe señalar que la pareja tenía dos hijas y un hijo de 4 años. Alberto se desempeñaba trabajando en un kiosco que tenía en la esquina de su casa y también dirigía un centro de lavado de autos ubicado en su propia casa.
Tras la autopsia al fallecido, los médicos constataron que la cantidad de puñaladas que recibió fueron inéditas para un homicidio. De acuerdo a la investigación, dirigida por la fiscal Silvia González Bazzani, del total de cuchilladas, 119 fueron en la región del tórax y el resto se distribuyeron estaban agrupadas en la región del tórax y el resto distribuidas en el abdomen, cuello, cabeza, brazos y una en la espalda.
Los médicos forenses, en tanto, comentaron que la mayoría de las puñaladas eran superficiales pero hubo cuatro profundas que afectaron el corazón y el pulmón izquierdo y que provocaron su muerte tras un “paro cardiorrespiratorio traumático secundario a una asfixia por broncoaspiración de sangre secundaria a heridas de arma blanca”.
Tanto Paola como su hija permanecen detenidas y serían acusadas por “homicidio agravado por el vínculo”, delito por el que podrían recibir cadena perpetua.
