Para comenzar el relato de esta historia debemos trasladarnos a Indiana, Estados Unidos. En la localidad de West Lafayette queda uno de los campus de la Purdue University, que es la locación donde ocurre este caso.

El 11 de febrero del año 2017 varios compañeros de la universidad estaban compartiendo en un departamento, por supuesto consumiendo mucho alcohol.

Hasta ahí todo normal. El asunto es que una de las participantes de la fiesta, Abigail Finney se fue a dormir y al rato después sintió que la abrazaban, ella asumió que era su novio, y tuvieron relaciones sexuales por algunos minutos.

Luego de consumado el acto, la mujer fue al baño, y al volver y prender la luz se llevó una tremenda sorpresa, no era su novio, era el amigo de él, Donald Grant Ward, quien estaba en la cama.

En declaraciones con Buzzfeed la presunta víctima contó su testimonio: “Recuerdo que me sonrió. Fue una imagen extraña. Me puse frenética. No sabía lo que estaba pasando”.

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Al contarle a su novio, él no le creyó y pensó que era una broma. Sus amigas le recomendaron denunciar y así lo relató: “Me siento violada. Esto se siente mal. Pero no sé si es ilegal”.

La justicia, sin embargo, le dio vuelta la espalda, pues en Indiana no se tiene considerada la “violación por fraude por identidad” dentro de su código penal, por lo que el caso sencillamente se desestimó, pues no hubo uso de la fuerza.

Ella cerró sus declaraciones con un potente mensaje a la justicia norteamericana: “Estoy menos protegida que la propiedad en este estado. Mi cuerpo puede ser tomado y usado y no representa un crimen”.