El astro portugués Cristiano Ronaldo fue condenado este martes en Madrid a dos años de cárcel, que no tendrá que cumplir, y a una pesada multa por cometer fraude fiscal mientras jugaba con el Real Madrid.

La Audiencia Provincial de Madrid sentenció al atacante, traspasado el verano pasado del Real Madrid a la Juventus de Turín, a 24 meses de prisión, pero sustituyó esa pena por una multa de 365.000 euros (más de 280 millones de pesos chilenos).

Adicionalmente fue condenado a pagar una multa de 3,2 millones de euros (más de 2 mil millones de pesos), pero la sentencia no detalló si dicha suma es parte de los 18,8 millones de euros (14 mil millones) que Ronaldo acordó en junio pasado pagar al fisco español para cerrar su expediente.

Contactado por AFP, el fisco declinó dar información sobre un particular.

Con anteojos oscuros, traje negro y zapatillas blancas, Ronaldo acudió a la Audiencia Provincial en el norte de Madrid, acompañado de su pareja, y la abandonó apenas 45 minutos después.

Sin poder evitar al centenar de periodistas presentes instalados en las escaleras en la entrada del tribunal, CR7 apenas dijo un “muy bien” a aquellos que le preguntaron cómo había ido.

Eso sí, el astro se paró a firmar algunos autógrafos antes de subir nuevamente al coche.

Aunque había pedido poder entrar a las dependencias judiciales con su vehículo por motivos de seguridad, el presidente del tribunal le denegó este trato de favor.

Pese a su “gran notoriedad” no estaba acreditado que se vaya a “comprometer la seguridad” en su acceso a pie al tribunal, argumentó.

Con anterioridad, Ronaldo había pedido comparecer por videoconferencia, otra solicitud que le fue igualmente denegada.

Sociedades offshore

La Fiscalía de Madrid lanzó sus acusaciones en junio de 2017 contra Cristiano Ronaldo, que tuvo que declarar al mes siguiente. Entonces aseguró en un comunicado que “jamás he ocultado nada, ni he tenido intención de evadir impuestos”.

La entidad acusa al cinco veces ganador del Balón de Oro de servirse de una red de empresas en jurisdicciones extranjeras con una fiscalidad laxa -como las islas Vírgenes británicas o Irlanda- para evitar pagar en España los impuestos correspondientes a sus derechos de imagen entre 2011 y 2014.

Los abogados de Ronaldo respondieron argumentando una diferencia de interpretación en cuanto a la parte de ingresos imponible en España.

En cualquier caso, el acuerdo entre Hacienda y los abogados del portugués le ha ahorrado a éste un proceso que habría sido muy costoso en términos de imagen y le habría acarreado probablemente una pena más elevada.

Al igual que Ronaldo, otros futbolistas tuvieron problemas con el fisco español, como su antiguo gran rival en el Barcelona, Lionel Messi.