Una madre migrante de 23 años de edad, vive semanas complejas, ya que no puede sepultar a su hijo de un año y diez meses, que falleció tras caer a una piscina.

Según informó Meganoticias, la tragedia ocurrió la noche del viernes 16 de diciembre, pero el Servicio Médico Legal (SML) de San Felipe no le ha entregado el cuerpo.

Lo anterior, según informó la madre de nacionalidad venezolana, se debe a que está de manera irregular en el país.
De acuerdo a la mujer, de nacionalidad venezolana, esto se debe a su situación irregular en el país.

La mamá del pequeño, Gilda, contó al medio El Trabajo que ha tenido que “estar haciendo papeleos de allá para acá, me piden que vaya para un fiscal, me regreso, voy para la municipalidad, voy por aquí, para allá”.

“Fuimos a la embajada de Venezuela, traemos un papel que me lo dio la embajada, que con eso según me lo iban a entregar, y ahora me piden la orden de un juez. Entonces voy a ir a la orden de un juez, ¿qué más me van a pedir?”, dijo.

Y agregó: “Me dicen que tengo que tener paciencia, que dentro de dos o tres meses me van a dar alguna cita para apostillar los papeles y ahí a ver si con eso me sirven y dar el niño, después de dos, tres meses”.

Asimismo, la madre angustiada aseveró que siente que su hijo “vale más muerto que vivo, porque yo le traté de sacar sus papeles de la escuela del Cesfam, y ahí nadie dice ‘este niño es robado o este niño de dónde viene’, pero muerto mi hijo sí vale, sí necesitas identificar al muerto”.

“Quiero tener a mi hijo en la casa y darle su cristiana sepultura, no puedo porque somos ilegales”, sentenció.