El pasado 14 de julio se llevó a cabo una violenta escena en el Cesfam Alto Jahuel de la comuna de Buin, donde una enfermera fue brutalmente agredida.

Hasta ese lugar llegó un sujeto con una niña con la intención de inocularse contra el COVID-19.

Sin embargo, se alteró al saber que debía esperar a otras personas, hasta completar un grupo de seis personas.

De esta forma, inició una discusión con los trabajadores, cometiendo también agresiones. Además, aseguró que trabajaba en el Poder Judicial.

Tal como se aprecia en un video, que rápidamente se viralizó, una enfermera se interpuso ante él para que no abandonara el lugar, momento en que el individuo la empuja y abre la reja de golpe, golpeándola y dejándola inconsciente en el suelo.

Ahora, sin dar su identidad, la afectada rompió el silencio para entregar su testimonio respecto al ataque que sufrió de parte del hombre, que fue identificado como Cristián Tapia, que efectivamente es un funcionario del Poder Judicial.

La mujer señaló que el sujeto le dijo que era “insólito que dependa de otras personas para vacunarme”, por lo que empieza a grabar a las enfermeras, algo a lo que ella se negó.

“Le empiezo a decir que no nos puede grabar sin nuestro consentimiento. Le pido permiso para cerrar la puerta y cuando me pongo al lado de él, me empuja. Ahí le digo a mis compañeras que llamen a Carabineros”, contó la mujer a Meganoticias.

Esto enfureció al individuo, lo que gatilló su violenta reacción: “Me empuja, abre la reja y la agarra para tirármela en la cara. Me golpea, yo caigo al suelo y pierdo la consciencia por varios minutos. No recuerdo nada hasta que abrí los ojos”, explicó.

Las consecuencias de la agresión

Respecto a las consecuencias, la enfermera indicó que “me generó mucho más daño psicológico que el golpe. Yo cambié totalmente mi rutina. Previo a esto era muy independiente. Hoy en día yo no puedo estar sola, no me puedo quedar en la casa si no hay alguien o no puedo ir a cualquier lado sola”.

Tengo dificultad para quedarme dormida. Mi apetito cambió totalmente. Entonces es un cambio para mí y para toda mi familia”, agregó.

Por último, indicó que lo vivido “es una pesadilla constante, porque tengo miedo de volver a trabajar. No me siento tranquila como antes”.

Cabe señalar que por este hecho, el municipio de Buin, en conjunto con el Servicio de Salud, anunciaron una querella en contra del agresor.