Un verdadero terremoto produjo uno de los números programados en el evento Apruebo para Transformar realizado este sábado en la Plaza Victoria de Valparaíso. En el evento familiar, que incluso contó con la asistencia de niños, la banda travesti “Las Indetectables” efectuó una explícita presentación, donde extrajeron una bandera chilena del ano de una de sus integrantes.

El acto causó repudio transversal tanto de miembros de la campaña del Apruebo como de los líderes políticos opositores.

El alcalde, Jorge Sharp, afirmó no haber estado en conocimiento del polémico número y lo condenó calificándolo como “un error”.

En tanto, el Gobierno respondió a través de su vocera, Camila Vallejo, para señalar su repudio y anunciar una denuncia ante Fiscalía, por vulnerar los derechos de los niños presentes.

Sin embargo, la banda ya había protagonizado anteriormente un incidente donde vulneró la bandera chilena en un acto sexual público, con aparente presencia de menores de edad, causando polémica en redes sociales y el anuncio de una investigación por la Defensoría de la Niñez.

Una banda de patrimonio travesti y de acción “pornoterrorista”

Según sus cuentas en Facebook e Instagram, “Las Indetectables” son una banda musical abocada a “compilar un patrimonio travesti”, declarándose originarias de Santiago y Valparaíso.

Su alcance, pese a la presentación de este sábado, parece bastante acotado, con solo 1.200 seguidores en Facebook y 3.700 en Instagram.

Es el sitio audiovisual Registro Contracultural el que narra como la banda, de acción definida como “pornoterrorista”, ya había dado que hablar en los días posteriores al estallido social.

Fue durante la jornada del jueves 24 de octubre de 2019, que llegaron junto a otros colectivos hasta el centro de Santiago para “denunciar mediante el desnudo la violencia de los desaparecidos, asesinados y torturados en las últimas protestas”, en un acto denominado DESperformance.

Sus gestores, Joaquín Leal-Luco y Beatriz Saldaña, también directora del Festival de Arte Erótico (FAE), definieron la instancia como el “uso legítimo de la libertad de expresión como una forma de rebeldía y desobediencia, transmitiendo un mensaje de amor, contención, autocuidado y aceptación en contextos de revuelta social de cuerpos comunes, diferentes, todos desnudos siendo parte de la misma figura”.

El polémico acto de Las Indetectables

Sin embargo, fue aquí donde la banda de “Las Indetectables” se desmarcó, dirigiéndose al frontis de la Universidad Católica para desplegar un lienzo con la leyenda “La Dictadura sexual nunca terminó“.

Según Registro Contracultural, se unieron a la artista Irina La Loca y las trabajadoras sexuales Vesania y José Carlos Enríquez, para realizar una “acción relámpago pornoterrorista”, donde emplearon juguetes sexuales para penetrar a dos de los participantes de la performance mientras desplegaban una bandera chilena, al tiempo que orinaban la estatua del arzobispo de Santiago e historiador, Crescente Errázuriz.

El sitio explica que la intención de este acto fue “denotar los constantes abusos contra la población de mujeres cis, transgéneras y trabajadores sexuales que son constantemente apaleadas en las calles por las fuerzas policiales y ciudadanos”.

Además, “la intervención denunció las vinculaciones entre trabajo sexual y las fuerzas armadas, al emitir insultos y consignas sexistas que expresan el conservadurismo al momento de enunciar discursos que homologan el trabajo sexual a las fuerzas represivas en gritos como ‘Pacos hijos de puta’, declaran.

Investigación de Defensoría de la Niñez por presencia de menores

Contrario a la performance principal de desnudos llevada a cabo en Plaza Italia, el acto de Las Indetectables causó el repudio de muchas personas que se expresaron en redes sociales, indicando que desvirtuaba el propósito de las manifestaciones sociales en el marco del estallido social, reportaban por entonces FayerWayer y Cooperativa.

Y al igual como ocurrió con el acto de este sábado, esta vez la Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, usó su cuenta de Twitter para responder a una usuaria, afirmando haber recibido videos demostrando que hubo menores de edad expuestos a este acto, lo que es constitutivo de delito, anunciando que se “pediría una investigación”.

Se desconocen los resultados de la mencionada investigación.