La madrugada del 9 de julio de 1984, sucedió el brutal crimen de Mónica Briones, quien es recordada por toda la comunidad LGBT+ por ser la primera víctima de un crimen de odio documentado en Chile.
Conocida por su talento tras estudiar en la Escuela de Arte de la Universidad de Chile, desde la década del 70 y 80 comenzó a hacerse un nombre entre sus pares, incluso ganando una “maratón” de más de 72 horas de pintura en el Cerro Santa Lucía.
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Desde su adolescencia, Mónica asumió su orientación sexual, siendo víctima de la discriminación de la época, la cual consideraba la homosexualidad como una enfermedad.
Producto de esto, la familia de la joven la internó en un psiquiátrico, creyendo que podrían sanar su “inclinación”, y en donde recibió descargas de electroshock, recordó Radio Universidad de Chile.
Tras su paso por dicho lugar, Mónica se reveló y comenzó a vivir su vida libremente sin importar el qué dirán, participando en el primer colectivo lesbofeminista en Chile, llamado Ayuquelén (“alegría de ser o estar feliz”, en mapudungun).
El brutal asesinato de Mónica Briones
Sin embargo, su vida se apagó tristemente, tras salir el 8 de julio de 1984 junto a sus amigos, para celebrar su cumpleaños número 34.
Al día siguiente, cuando regresaba a su hogar a las 6 de la mañana y mientras esperaba el transporte público en la esquina de Irene Morales con Merced, al frente de la Fuente Alemana en el Parque Forestal, fue atacada brutalmente por un hombre “de pelo muy corto, estilo militar y bototos”.
Según consignó Infobae, el sujeto se acercó a la víctima para golpearla en la cabeza, haciéndola caer al suelo. “Así te quería pillar, lesbiana de mierda!”, habría gritado.
Producto de dicha agresión, Mónica murió desangrada en el pavimento tras un traumatismo encéfalo craneal.
En tanto, el sujeto huyó del sitio del suceso, dejando este crimen sin culpables.
La lucha por un crimen de odio
Inicialmente, la muerte de Briones se hizo pasar por un accidente de tránsito, pero posteriormente la familia de la víctima recibió un par de llamadas que confirmaron que fue asesinada por encargo.
“Meses antes de su trágico fin, Mónica denunció persecuciones, cosa muy común durante la dictadura. El caso es que ella tuvo pareja, tuvo amantes, y una de esas amantes, al parecer, era casada, entonces se sospechó que el marido de esa amante había encargado el crimen”, indicó al citado medio la activista y periodista Érika Montecinos, quien comenzó a investigar el hecho.
Luego que en 1993 se cerrara el caso sin encontrar responsables, la profesional logró en 2006 confirmar, mediante archivos y entrevistas con familiares y amigos de Briones, que Mónica fue asesinada, siendo este el primer crimen de odio documentado en Chile.
Producto de esto, desde 2015, cada 9 de julio se conmemora el Día de la Visibilidad Lésbica, detalló la Universidad de Chile.
