El Tren de Aragua es una banda criminal que controla 10 estados de Venezuela, y que se ha expandido por varios países, como Colombia, Ecuador, Brasil, Perú y Bolivia.

En medio de la pandemia, en 2021, estos antisociales arribaron a Chile para colaborar en la llegada ilegal de inmigrantes.

Junto con el tráfico de inmigrantes, la PDI confirmó que también realizan tráfico de drogas, secuestro, homicidio, trata de personas para prostitución, lavado de dinero y otros delitos.

En junio pasado, integrantes de la banda Los Gallegos, todos venezolanos y pertenecientes al Tren de Aragua, fueron detenidos y el Tribunal de Garantía de Arica decretó prisión preventiva.

Desde entonces, los gendarmes de la cárcel de la ciudad acusan que se sienten amenazados, por lo que la Dirección Regional de Gendarmería de Arica solicitó el traslado.

Según relató a LUN un representante de los funcionarios, la semana pasada una compañera “que revisa los arrestos domiciliarios, fue amenazada de muerte, presumiblemente por el Tren de Aragua”.

Según añadió, antes la mayoría de los reclusos cumplía pena por narcotráfico y no se registraban grandes desórdenes.

Ahora la situación es distinta, ya que los detenidos no están interesados en los beneficios que puedan conseguir por buena conducta, ya que quieren “obtener poder a través del miedo”.

Esto ha generado que exista mucha más violencia, pues se busca el “respeto” de esa manera, la que también va dirigida a los gendarmes, “que cada vez están más superados”.

“Antes se peleaban a los punzazos, al mano a mano, que le llamaban, para apoderarse de territorios o de módulos. Pero el objetivo era herirse, no matarse. Entonces llegaban los gendarmes y sacaban a los agresores y al agredido. Era una situación controlada. Ahora no. Ahora los reclusos van en masa directamente a matarse, atacando los puntos vitales del agredido para liquidarlo”, reveló.

Por lo mismo, sienten miedo e indefensión, argumentando que “la cárcel ahora está descontrolada”.