Un impactante accidente se registró la madrugada de este jueves en Avenida España, ruta que une las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar.

Allí, Daniel Jeldes y sus 7 amigos chocaron contra una barrera de contención, en donde el impacto fue de tal magnitud, que el vehículo quedó partido en dos y él salió eyectado cerca de 10 metros.

“Cuando vi que íbamos a chocar, cerré lo ojos nomás y cuando los abrí, ya estaba afuera del auto”, relata Jeldes a Las Últimas Noticias.

¿Cómo empezó todo? Daniel afirmó que luego de carretear con sus amigos en Valparaíso, decidieron continuar la junta en el departamento de uno de ellos.

Al principio no estaba seguro de subir, porque el amigo que conducía estaba medio pasado, pero como se comió dos completos y dijo que era cerca, me animé para seguir el carrete. A esa hora nadie se quiere ir a acostar”, cuenta el joven de 22 años.

Sin embargo, en el trayecto, se dio cuenta que algo pasaría. “Un semáforo antes del choque, mi amigo que conducía (que marcó 1,72 gramos por litro de sangre) ya casi había chocado un auto, por lo que le pedimos que bajara las revoluciones, pero no nos pescó y aceleró nomás”, asegura.

Efectivamente, el Chevrolet Sail en el cual viajaban, impactó una barrera de contención del puente Capuchinos. Daniel iba sin cinturón de seguridad, así que salió disparado del vehículo.

“Yo no sé por dónde salí arrojado, si por el forado del techo o por el otro lado. No recuerdo cómo salí volando del auto, ni tampoco recuerdo cuando aterricé, como a diez metros. Todo fue muy rápido”, intenta rememorar.

Se cortó el tendón de Aquiles y se quemó las manos

Y es que sus recuerdos son borrosos, por lo mismo tampoco se percató que se había cortado el tendón de Aquiles, el cual fue reconstruido horas más más tarde, en el Hospital Carlos Van Buren.

“Ahora veo los videos y no entiendo cómo me paré con el tendón de Aquiles cortado. Yo creo que fue pura adrenalina, porque no sentí dolor de nada por mucho rato”, asevera.

“Entre lo que recuerdo y lo que grabaron las cámaras, sé que me levanté y me fui a ayudar a mis amigos de la parte de atrás, en donde el auto había volcado y los había aplastado. Ellos estaban abajo, gritando. Había muchos gritos. Eso lo recuerdo bien“, indica.

Por último, cuenta cómo se quemó las manos, al tocar el tubo de escape del auto accidentado: “No me di cuenta que estaba tan caliente hasta después, cuando me salieron ampollas. Solo pensaba en sacar a mis amigos de abajo del auto, por si se incendiaba”, sentencia.