Damaris es el nombre de la menor de 10 años, que falleció la noche de este lunes, en la Clínica Dávila, de la comuna de Recoleta.

La niña y su madre fueron llevados de urgencia hasta el centro de salud por el padre de la familia, Ángel Gabriel García, por una presunta intoxicación por cianuro. Las dos presentaban vómitos, mareos y dolores de cabeza.

Desafortunadamente, Damaris falleció, mientras que la adulta corrió mejor suerte, ya que logró ser estabilizada.

A esa hora, ya varios carros de Bomberos había llegado hasta el lugar, para controlar la posible emergencia. No obstante, no se encontró presencia de ácido cianhídrico, gas que se produce si alguien ingiere cianuro.

“Entregamos a la menor de edad al Servicio Médico Legal, según protocolo, monitoreamos a la adulta, pero tampoco se marcó nada”, indicó a LUN, Mario Hernández, de la Cuarta Compañía.

“Sin embargo, paralelo a esto, se nos comentó que lo ocurrido podría ser producto de una mascota que había en el domicilio de la niña, la cual había ingerido una sustancia desconocida”, agregó.

Hernández se refería a Lucas, el perro de Damaris, quien había ingerido un veneno artesanal para matar ratones, el cual fue comprado por la familia, en un lugar “medio clandestino”.

La mascota, que aparentemente ingirió esta sustancia tóxica el domingo, dormía con la niña y así lo hicieron durante esa jornada, algo que resultó fatal para la menor de edad.

Ella estuvo expuesta mucho tiempo. Tuvo contacto físico, debe haber absorbido a través de la piel e inhalado los gases del animal contaminado”, explicó al citado medio, Sergio Poblete, inspector Hazmat, del Cuerpo de Bomberos de Santiago.

“Una niña alegre”

“La Panchita -como era conocida la niña- era el conchito de cuatro hermanos. Una niña alegre, siempre andaba sonriendo“, la describió una vecina.

Sus papás son trabajadores, de esfuerzo. Tienen un quiosco acá en el Cerro Blanco (Recoleta), donde la mamá vende caldito de gallina, porque son de Perú. Estamos todos impactados. Es una tragedia”, agregó.

Cabe señalar que el padre de la menor acusó negligencia por parte del Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Zapadores.

“A las 11 me dijeron que estaba bien y le dieron el alta. Aún estando mi hija mal, le dieron esta receta y para la casa. Eso es negligencia”, aseguró García.