Este jueves, Contigo en la mañana mostró la entrevista exclusiva a Viera Rivera Salazar, la chilena que estuvo secuestrada cuatro años en Perú por su marido, Giorgio Armas Gabrieli, y sus suegros.
Mientras que su esposo niega todas las acusaciones, la mujer relató por primera vez su versión de los hechos, entregando detalles de los maltratos que recibió.
También puedes leer
De acuerdo a Rivera, desde que conoció a sus suegros, ellos nunca la aceptaron, asegurando que el más violento era el padre de Giorgio, Julio Armas. “Yo le tenía terror”, dijo.
“Él me insultaba, me decía ‘malcriada’, ‘retrasada mental’, ‘eres ignorante’, ‘vienes de un bajo nivel social’ y otras palabras denigrantes para la mujer, que me da vergüenza decir en pantalla. También era xenofóbico“, relató.
Según Viera, las agresiones de Julio también fueron físicas, señalando que le tiraba el pelo y le pegaba combos. Además, afirmó que tanto él como su suegra querían “deshacerse” de ella.
“A una vecina le comentaron que querían deshacerse de mí, pero que no sabían cómo. Ellos querían quedarse con mi hija, yo en el fondo era como su nana”, declaró, señalando que su suegro le exigía a la pequeña que lo llamara “papá”.
Sobre la defensa de la familia, Rivera asegura que es imposible que su esposo y sus suegros no supieran que quería irse del hogar, pues es algo que lo expresó en reiteradas ocasiones.
Además, contó que no tenía celular, no la dejaban salir sola y que la casa estaba cerrada con tres candados día y noche.
“Estaba como atrapada, no hallaba cómo salir ¿De qué forma lo hacía? Pensaba ‘capaz que me caiga’, ‘no me van a ayudar’, ‘abajo hay otra reja, me van a detener’”, detalló.
El día del rescate de Viera
La mujer aseguró que el rescate ocurrió 10 días después de sufrir la pérdida de un embarazo y que todo fue gracias a una vecina, quien alertó a las autoridades sobre su situación.
Lo anterior, puesto que la familia Armas no solo no quiso llevarla de inmediato a un centro asistencial cuando comenzó a sangrar, sino que una vez en la clínica no quería que la trasladaran para que recibiera una transfusión.
“Cuando vi a la policía quedé impactada, no lo podía creer, pensé ‘genial, llegaron’. El señor (Julio) se puso violento, no quería que me llevaran”, recordó.
Luego de este traumático hecho, Viera logró irse con su hija y reencontrarse con su familia. En esta línea, la mujer expresó que cuando volvió a ver a su madre fue un momento muy emotivo, porque no estaba con ella hace cuatro años.
Por último, consultada sobre qué le diría a su esposo y suegros, Viera fue tajante: “Que tienen problemas mentales y que deben ir al psiquiátrico. Me hicieron mucho daño, son psicópatas”.
