La familia de la mujer que fue asesinada hace 24 años en Osorno, decidió manifestarse sobre este crimen que conmocionó a la comuna y a todo el país.

Recordemos que su esposo, un hombre que hoy tiene 65 años, le confesó a sus hijos la verdadera razón de la desaparición de su madre.

Cuando eran pequeños, Carlos Silva les aseguró que ella los había abandonado, pero recientemente cambió su versión y declaró que él la mató.

“No tiene perdón por lo que hizo. ¿Por qué mi hijita tuvo que morir así?”, lamentó al medio Austral de Osorno Elsa Mancilla, madre de Marisol Abello, la víctima.

La mujer aseguró que “he sufrido muchísimo y solo quiero que se haga justicia, como debe ser”.

En tanto, María Abello, hermana de Marisol, se refirió a las críticas que han recibido como familia por -supuestamente- no buscarla.

“Muchos hoy dicen por qué no la buscamos, pero lo hicimos. Yo quedé embarazada y cuando mi hijo estaba crecido, fui quien hizo la denuncia en la policía”, aclaró.

A su vez, informó que Carlos Silva fue llamado a declarar, “pero como se había hecho evangélico, llevaba pastores o amigos de la Iglesia y todos atestiguaban a su favor y decían que mi hermana los había abandonado”.

El hombre cometió el crimen por celos

Según informó Rodrigo Quiroz, subprefecto jefe de la Brigada de Homicidios Osorno, el hombre que confesó el crimen dio su testimonio en su calidad de enfermo.

Además, señaló que el adulto mayor reconoció una celopatía enfermiza que lo llevó a cometer el crimen, que mantiene desgarrada a una familia.

“Básicamente celos. El crimen se cometió cuando ella tenía 31 años de edad, ella era dueña de casa”, detalló el subprefecto.

La historia del asesinato

Al momento de desaparecer, sus hijas tenían 4, 8 y 10. Fue la menor quien recibió la brutal confesión de su padre, el que durante todos estos años les contó una historia totalmente distinta.

“Este señor durante todos estos años les dijo a sus hijos que su madre había huido del hogar y los había abandonado como familia. Ellos se quedaron con esa idea, aunque cada cierto tiempo tenían dudas”, manifestó el subprefecto Quiroz.

En cuanto a la condición actual de los hijos con la noticia, el subprefecto de la PDI indicó que no se encuentran bien psicológicamente.

“Se produjo algo muy fuerte en ellos. Hasta hace unos días estaban con pena por el estado de salud de su papá, ahora están confundidos. Sienten rabia por tantos años de mentiras“, sentenció.