Este jueves fue rescatada en Perú Viera Rivera Salazar, chilena que habría sido secuestrada durante cuatro años por su esposo, Giorgio Armas Gabrieli.

El hecho ocurrió en la localidad peruana de Chiclayo, donde Viera permaneció encerrada junto a su hija, de dos años.

Durante la mañana de este viernes, Armas rompió el silencio y conversó con el matinal de CHV, Contigo en la mañana, negando que Viera haya sido secuestrada.

“¿Permitirá a Viera salir y volver a Chile con su hija?”, le preguntó de partida Julio César Rodríguez.

“Ahora no, hasta que se esclarezca todo lo que se dice, que había un secuestro. Somos los únicos secuestradores libres. Hay muchos videos que desmienten eso. Tenemos una niña de tres años, ella dice que estuvo cuatro, tuvo una hija con un secuestrador”, partió señalando el peruano.

En esa misma línea, agregó que “Viera ha tenido una vida sexual activa con un secuestrador, nosotros ya presentamos las pruebas y eso se va a aclarar”.

Consultado sobre la denuncia, contó que “ella nunca lo hizo, fue una vecina. Nosotros tenemos una amistad con ella y creo que mi esposa se dejó influenciar por ella para irse con mi hija a Chile”.

Giorgio Armas y su relación con Viera

Giorgio también aseguró que “nuestra relación es muy buena, pero ella se ha dejado influenciar. Esto se va a archivar porque pruebas tenemos muchas. Nosotros teníamos un teléfono que ocupábamos ambos. En la mañana lo tenía yo y en la tarde noche, ella. Ella tiene su computadora con Internet todo el día”.

Esposo de chilena rescatada en Perú negó secuestro y aseguró que “Viera no quería irse”
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El animador le preguntó por qué la mujer no era independiente y por su aspecto físico. “Ella toma vitaminas. Nosotros le damos vitaminas, porque nosotros somos una familia. Ella es independiente, ella sale a comprar, a hacer sus cosas”.

Incluso, reveló que “tuvimos que darle vitaminas cuando perdimos a un bebé, por eso estaba así. El 1 de mayo perdió a nuestro bebé de dos meses, estaba embarazada, pero no sabíamos”.

Finalmente, sostuvo que “ahora no la puedo ver, ni a ella ni a mi hija. Cuando llegó la policía, Viera no quería irse, empujó a la policía, tuvimos que cubrirla, nos peleamos con la policía. Tuvimos que hacerle caso, era decisión de la fiscal”.