23 posibles casos de infección por viruela del mono se han detectado en Madrid, España, por lo que en estos momentos el Centro Nacional de Microbiología se encuentra realizando estudios para confirmar el diagnóstico.
Asimismo, el pasado 15 de mayo el Reino Unido lanzó una alerta sanitaria a la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo al reglamento sanitario internacional, tras detectar los cuatro primeros casos en Europa.
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En general, su transmisión se produce por vía respiratoria, pero por las características de los 23 casos sospechosos en España, todo apunta a que ha sido por contacto con mucosas durante las relaciones sexuales.
También conocida como monkeypox, se trata de una enfermedad muy poco frecuente, que generalmente presenta fiebre, mialgias, adenopatías (inflamación en los ganglios) y erupción en manos y cara, similar a la varicela.
“Los síntomas de la viruela del mono suelen comenzar con una enfermedad parecida a la gripe”, informó la CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades).
De igual forma, aseguran que la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas, aunque en algunos casos puede producirse una enfermedad grave.
Cabe señalar que no hay vacuna o tratamiento específico disponible para esta enfermedad, pero al parecer, la dosis contra la viruela podría ser protectora frente a las complicaciones, de acuerdo a estudios preliminares.
Baja transmisión de la viruela del mono
Se trata de una enfermedad que se transmitía de los monos a los humanos y que, en general, entre las personas presenta una propagación muy baja.
Pero en los últimos brotes sí se han detectado hasta terceras y cuartas generaciones de transmisión, por lo que hay que identificar los casos en Reino Unido, Portugal y España, para ver cómo evolucionan.
Primer caso de la viruela del mono fue detectado en 1970
El primer caso humano de viruela del mono se registró en 1970 en la República Democrática del Congo.
Según los antecedentes que se manejan sobre la enfermdad, en Estados Unidos se produjo un gran brote entre los humanos en 2003, después de que el virus se propagara desde roedores africanos importados, a perros de la pradera como mascotas.
