El 18 de mayo de 2005 ocurrió la mayor catástrofe del Ejército chileno en tiempos de paz: la tragedia de Antuco.

44 conscriptos y un suboficial murieron durante un ejercicio militar, con 35 grados bajo cero y a 1.500 metros sobre el nivel del mar, consignó el Poder Judicial.

Ese fatídico día, Mortero y Andina, dos de las cinco compañías en instrucción, comenzaron la marcha desde los refugios Los Barros a La Cortina, un recorrido de 24 kilómetros en los faldeos del volcán Antuco, en la región del Biobío.

Los reclutas del Regimiento Reforzado Nro. 17 de Los Ángeles, sin la preparación ni la indumentaria adecuada, enfrentaron una tormenta de viento blanco que hizo caer abruptamente la temperatura.

Al mando estaba el mayor Patricio Cereceda, quien no atendió los pronósticos meteorológicos y ordenó emprender el viaje. Horas de caminata que dejaron el saldo fatal de 45 muertos.

Tragedia de Antuco.
TVU | El recorrido que realizaron los conscriptos.

Una cadena de errores

Cristian Cruz, abogado de Derechos Humanos, comentó que “los mandos respectivos pasaron por alto los reglamentos propios del Ejército, que dicen cómo debe hacerse este tipo de actividades y cuál es la carga a la que deben ser sometidos como máximo los conscriptos”.

“Deciden pasar por alto estas obligaciones y concretan esto, pese a que los días y horas previas a esta tragedia ya era imposible llegar con normalidad”, agregó.

Mientras que Alfredo Morgado, abogado de familiares de las víctimas de Antuco, hizo hincapié en que se trataba de jóvenes con escasa instrucción. “Más encima, no bien alimentados para esa jornada y tener que recorrer más de 20 kilómetros… uno se pregunta cómo pudo ser”, indicó.

“Es una tragedia nacional, son hechos que afectaron a todo un país, que incluso traspasó fronteras. Los afectados, casi en forma unánime, eran todos conscriptos, gente de esfuerzo y de escasos recursos. Las familias entregaban a sus hijos al Ejército”, añadió.

Mientras que José Daza, uno de los sobrevivientes, recordó en el programa Los 2000 que “cuando salimos desde el refugio de Los Barros, al kilómetro y medio aproximadamente pasa un canal, que estaba cubierto con nieve que nos llegaba casi a la cintura. Desde ahí empezaron los problemas”.

“No teníamos la vestimenta adecuada. En las dos semanas que estuvimos en la cordillera usamos ropa de un soldado común y corriente de la calle, muy precario”, complementó.

Respecto a las condiciones del tiempo de esa triste jornada, el mayor Cereceda reconoció en Gigantes con Vivi, el mismo año de la tragedia, que “el conocimiento que tenía era que iba a estar regular… no, perdón, iba a estar más o menos”.

Condenas del caso Antuco

De acuerdo a El Mostrador, la justicia condenó como responsable al mayor Patricio Cereceda, a 5 años y 1 día de presidio efectivo por cuasidelito de homicidio e incumplimiento de deberes militares.

Le siguieron los capitanes Carlos Olivares y Claudio Gutiérrez con 841 días de pena remitida por cuasidelito de homicidio.

Además, el comandante Roberto Mercado recibió tres años y un día por incumplimiento de deberes militares, mismo delito por el que el comandante Luis Pineda tuvo 541 días, ambas penas remitidas.

En 2016, la Corte Suprema ratificó la condena contra el Estado y ordenó al fisco a indemnizar a los 6 conscriptos sobrevivientes con 25 millones de pesos.