Una periodista del medio de comunicación Señal 3 La Victoria, está en riesgo vital tras recibir un impacto de bala en la cabeza, mientras cubría la movilización convocada por la Central Clasista de Trabajadores.

Este acto se realizó en Estación Central, en paralelo al que organizó la CUT, para conmemorar el Día del Trabajador en la capital.

Lamentablemente, se registraron incidentes entre manifestantes y comerciantes ambulantes en el Barrio Meiggs, donde hubo disparos que hirieron a tres personas.

Los afectados fueron dos mujeres, la profesional que se mantiene grave en la ex Posta Central y una reportera de Radio 7 que resultó herida en un hombro; y un hombre, herido en la pierna izquierda.

En este contexto, la comunicadora radial conversó con Hola Chile de La Red, donde pidió ser identificada como Abi, señalando que “lo que vivimos ayer fue una situación caótica, algo que no esperábamos el primero de mayo”.

“Nosotros íbamos marchando, yo alcancé a hacer un ‘en vivo’ (por redes sociales), hasta que llegamos al escenario (…) No habían pasado más allá de 10 minutos, la gente todavía venía marchando desde atrás, y ya había empezado la represión policial en la cola de la marcha y yo avancé hacia el final”, contó.

Yo estaba más o menos casi en la misma línea de Francisca (periodista en riesgo vital), solo que ella estaba en el bandejón central y yo en la vereda norte. En ese momento, me preparaba para hacer otro en vivo sobre la represión, y no alcancé”, agregó.

La mujer explicó que el guanaco comenzó a tirarles agua, por lo que se preocupó de resguardarse detrás de un quiosco. “Cuando recibo el golpe, sentí como el golpe de algo contundente en mi hombro“.

“Lo único que hice fue agacharme y me puse la mano, porque no dejé de mirar al guanaco, porque era mi preocupación primera. No me preocupé de la herida en ese momento“, explicó.

Posteriormente, se fijó en su mano y vio que estaba cubierta de sangre, pero pensó que había recibido un piedrazo. “Sentía como el dolor ahí, pero no me alcanzaba a ver. Pero claro, estaba corriendo mucha sangre“.

Fueron momentos de tensión. Esos segundos se hicieron eternos, porque no podíamos salir, porque el guanaco nos seguía tirando agua”, acotó y añadió que, tras un rato, pudo salir y recibir atención médica.

Tuve mucha suerte porque efectivamente la bala entro y salió, no alcanzó a pasar a llevar la musculatura o el hueso. Solo hizo el orificio, que fue lo menos impactante dentro de todo”, concluyó.