Este martes, el pleno de la Convención Constitucional chilena aprobó el artículo que consagra la interrupción del embarazo, plasmándolo en el borrador del texto final que se plebiscitará en 2022.

Dicha medida, se aprobó con 108 votos a favor, 39 en contra y seis abstenciones, donde se establece que “todas las personas son titulares de derechos sexuales y derechos reproductivos”.

“Estos comprenden, entre otros, el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción”, precisan.

En específico, en su inciso segundo, el artículo fija que el “Estado garantiza el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos sin discriminación, con enfoque de género, inclusión y pertinencia cultural”.

Y añaden: “Asegurando a todas las mujeres y personas con capacidad de gestar, las condiciones para un embarazo, una interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos”.

En ese sentido, la constituyente Bárbara Sepúlveda, comentó que “hoy día rompemos con ese ciclo de exclusión y discriminación en nuestra historia constitucional. 200 años tuvimos que esperar”.

Panorama en Latinoamérica y el aborto

Se trata de una votación histórica en Chile, escenario de una fuerte ola feminista que ha tomado un papel protagónico durante los últimos años a lo largo del país.

Hasta 2017, según diversos estudios, se realizaban unos 70 mil abortos anuales en Chile, todos ellos en la clandestinidad.

De acuerdo a datos del Ministerio de Salud, entre 2018 y 2020 se registraron 1.827 abortos legales en Chile, cifra que muestra que todavía miles de mujeres siguen ponen fin a su embarazo de forma ilegal.