Más de $7 millones en pasajes aéreos, $6 millones de la línea de crédito y otras compras que bordean los $18 millones, gastaron un grupo de personas, utilizando las cuentas bancarias de un familiar fallecido.

Lo anterior, porque pensaron que el seguro de desgravamen cubriría las deudas. Sin embargo, solo considera aquellas vigentes al momento de su fallecimiento, y obviamente no las posteriores.

Por ese motivo, en noviembre pasado el Banco de Chile presentó una querella por el delito de estafa en contra de todos quienes resulten responsables, precisa el Diario Financiero.

De acuerdo a los antecedentes del caso, el hijo del fallecido admitió que tanto él, como otros familiares, utilizaron los productos bancarios de su padre, ya que conocían sus claves digitales.

Por ese motivo, para el banco siempre fue el titular de la cuenta el que realizó los movimientos antes indicados, según consigna BioBioChile.

Tras ser contactado por la entidad bancara, el hijo señaló que no estaban dispuestos a pagar las deudas, a pesar de que se les informó que debían hacerlo a la brevedad. De igual forma, el acusado comentó que buscarían negociar las condiciones.