El pasado viernes, Anaís, una adolescente de 17 años, falleció al interior de un gimnasio Smart Fit, ubicado en la comuna de Villa Alemana, región del Valparaíso.

Según la información que fue proporcionada por Carabineros, perdió la vida tras realizar ejercicios en una máquina del recinto deportivo. La autopsia posterior en tanto, determinó que la joven falleció por “una condición súbita cardíaca”.

Esto último extraña a su hermana, Jaritza Valencia, que en conversación con Las Últimas Noticias señaló que Anaís era una persona sana.

“Era la primera vez que iba al gimnasio, porque al igual que yo, toda la vida luchó contra la obesidad. Pero no era una niña sedentaria. En la casa hacía rutinas de ejercicio que veía desde el computador y lograr su objetivo de bajar de peso”, contó.

Jaritza señala que hace pocos días habían comenzado a ir al gimnasio y que le sorprendió que a su hermana le dieran una rutina que incluía 25 minutos sobre la trotadora, mientras que a ella y su esposo le habían dado 10.

No obstante, decidieron cumplir con el ejercicio estipulado, pero cuando fue a buscarla, tras completar su rutina, la encontró en el piso y con convulsiones.

Había un médico tomándole los signos vitales, era un cliente que justo estaba ahí. El resto de las personas que estaba ahí pensaban que se había desmayado”, contó la mujer de 25 años.

“Nada fue suficiente”

Asimismo, indicó que “llegaron paramédicos a hacerle reanimación y luego de 20 minutos, una ambulancia, pero nada fue suficiente. Yo gritaba, no podía con la desesperación y el cuestionamiento de no haberme dado cuenta antes”, dijo con tristeza y frustración.

También contaron que pudieron ver las cámaras del recinto, en donde se puede ver el instante justo cuando Anaís se desploma.

“Aparece terminando de hacer su cardio, bajándose de la trotadora y yendo a buscar una toalla húmeda con un líquido para desinfectar la máquina. Ella se vuelve a subir y comienza a sentirse mal, porque se queda parada unos segundos, da un leve movimiento hacia atrás y se cae, golpeando su cabeza en el fierro de otra línea de trotadoras“, indicó.

“Era una niña sana. No fumaba, no tomaba, le gustaba estar en casa y pasar tiempo con nuestros papás, abuelos y hermanos. Le encantaba la música, plantar y los animales”, sentenció.