Hace 14 años desapareció Maddeleine McCann y aún no se sabe qué pasó con ella. Es más, el caso ha dado varios giros con el transcurso de los años y en donde Gonçalo Amaral, quien dirigió la investigación los primeros meses, fue sacado del caso.

¿La razón? El excomisario de la policía judicial apuntó como principales sospechosos del caso a los padres de la menor de edad, teoría con la cual sus superiores no estaban de acuerdo, por lo que fue removido de la investigación.

Incluso en los últimos días, Amaral brindó una entrevista al diario alemán Bild en donde dice que el secuestro de Maddie fue una simulación por parte de los padres: una ventana -de la que nadie podía decir con certeza si estaba abierta o cerrada-; las huellas dactialres de la madre en ella y el comportamiento de los progenitores hacen sospechar al expolicía.

Y es que Amaral siempre se ha mostrado crítico de los detectives alemanes, quienes van en otra dirección: probar la culpabilidad de Christian Brueckner, principal sospechoso de acuerdo a las indagatorias.

Nueva teoría

Y lo cierto es que de acuerdo al medio español ABC, ahora las teorías apuntan a que Brueckner habría tenido a McCann en una habitación subterránea, a tres metros de profundidad, en su anterior casa.

En dicho lugar la policía germana encontró unas muñecas de madera, algo deterioradas y unas lámparas que pueden ser la señal de que la encerraba.

Además llamó la atención de que las luces tienen forma de hada, con las cuales el presunto secuestrador habría intentado crear una atmósfera.

De esta forma, la policía concentró sus esfuerzos en este “agujero”, el cual habría sido el escenario donde Brueckner habría tenido a Maddie y otras niñas, ya que los expedientes de los investigadores lo sitúan como un individuo con antecedentes.