La fiscalía nacional pidió meses atrás al Servicio Médico Legal realizar un examen sicológico y siquiátrico a Fabiola Campillai, tras el ataque sufrido en noviembre de 2019.

Recordemos que Fabiola perdió sus dos ojos tras recibir el impacto de una bomba lacrimógena en San Bernardo, mientras iba rumbo a su trabajo.

El excapitán de Carabineros Patricio Maturana fue detenido y formalizado por el Ministerio Público por el delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas.

Según dicta el Protocolo de Estambul, se debe realizar un procedimiento de evaluación clínica y mental para acreditar signos de tortura y lesiones graves y determinar si hay o no responsabilidades penales que terminen en futuras condenas. Ese informe ya fue entregado por el SML.

El psicólogo forense Omar Gutiérrez Muñoz a cargo del informe pericial parte desde una premisa muy potente, según detalla el diario La Tercera.

Para Fabiola “existe una sensación de injusticia ante el sistema judicial y el trato que habría tenido la persona responsable de los hechos investigados, que vienen a agravar la situación emocional de la examinada”.

Algo que para la afectada se vio reflejado en que a partir del 5 de septiembre de 2020, se revocó la prisión preventiva de Maturana, que pasó a arresto domiciliario total.

Graves secuelas

Según detalló la carpeta del psicólogo forense, hasta hoy se manifiestan las secuelas que le dejó el ataque.

“Presenta elementos con estrés postraumático que de no ser intervenido puede generar una transformación permanente en su manera de ser (…) Prima un ánimo depresivo, angustia, ansiedad, síntomas físicos diversos, reacciones fóbicas, miedo, inseguridad, dificultades para dormir y una sensación de incapacidad que se mantendrá a lo largo de su vida y que de no recibir tratamiento puede generar una alteración crónica en su personalidad”, dice el informe.

El perito también detalla que Campillai presenta ‘conductas de evitación de estímulos o situaciones que le recuerden lo vivido’. De hecho, tiene el temor de salir a la calle, por miedo a vivir algo similar.

El informe además reitera las graves secuelas físicas, como la pérdida de la vista, olfato y gusto: “Además, de posiblemente tener dolores que podrían ser crónicos a raíz del daño en su cuerpo y en el cráneo, esto hace que la experiencia traumática tenga una significación emocional y física, lo que se traduce en una alteración crónica que puede ser vista como irreparable”.

Con estos datos se fijará una audiencia para discutir la ampliación del plazo de la investigación del caso para el 3 de septiembre de 2021, para seguir recopilando detalles del caso.