Distancia social, uso de mascarilla y lavado de manos. Esas son las principales indicaciones que se repiten en todo el mundo para disminuir los contagios de COVID-19 en medio de la pandemia, pero otra herramienta que ha demostrado ser útil es la vacuna.

Sin embargo, a pesar de las investigaciones y evidencia científica, hay quienes no confían en la inyección y se declaran abiertamente en contra de ella, arrastrando muchas veces a los menores de edad que están a su cargo.

Por lo mismo, llamó la atención un particular caso ocurrido en Italia: Matteo, un joven de 17 años, demandó a sus padres antivacuna para poder inmunizarse contra el coronavirus, ya que ellos habían decidido lo contrario.

“Mi familia no cree en las vacunas, pero es la única arma para volver a la vida. Quiero vacunarme para ser libre“, señaló el menor de edad, según consignó El Clarín Internacional.

De hecho, el adolescente -asesorado por sus profesores- tuvo que acudir a la asociación de abogados de Toscana después de que sus padres le negaran su consentimiento para recibir el pinchazo, y conseguir representación legal.

“Voy a la playa con mis amigos, salí por la noche a los 14 años, quería hacer un testamento en vida, y no entiendo por qué no puedo decidir por mi cuenta ponerme la vacuna“, añadió Matteo, quien finalmente logró su cometido gracias a la intervención judicial.

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AFP | Menores de edad se vacunan con Pfizer en EE.UU

La disputa entre padres e hijos

Ya son varios los países que extendieron la inmunización a los menores de 18 años, y con esta indicación, han aumentado las disputas entre padres e hijos que no coinciden en sus opiniones.

“Está pasando que los hijos menores quieren vacunarse y los padres no están de acuerdo”, explicó Gianni Baldini, presidente de la Asociación de abogados matrimoniales de Toscana, que intervino en el caso de Matteo.

En esa línea, el especialista explicó que la mejor opción que tienen los jóvenes es acudir a sus colegios o instituciones cercanas para activar el “servicio social territorial para iniciar un recurso ante el tribunal calificado”.

Por regla general, la elección de vacunar a un menor de edad debe contar con el consentimiento de ambos padres, pero cuando entre ellos dos tampoco hay un acuerdo al respecto, se debe acudir a una instancia superior en la que un juez decidirá si los niños pueden o no recibir la inmunización.