Fue en septiembre de 2017, cuando Josefa Bruna de 14 años falleció tras sufrir un accidente de tránsito en la cuesta de Chagres, comuna de Catemu.

Lamentablemente a cinco años de su muerte, Carolina Sepúlveda Arévalo, madre de la adolescente, descubrió en unas hojas y croqueras, relatos de su hija donde señalaba que era abusada sexualmente por su padrastro.

Según contó la mujer al diario local El Trabajo, un día estaba haciendo aseo, cuando halló uno de los escritos que había dejado Josefa.

“La carta no iba dirigida ni a mí o a nadie, ella iba relatando todo lo que vivió con esta persona, creo que fue algo constante. El daño que le hizo fue horrendo”, indicó Sepúlveda.

El presunto abusador era expareja de la mujer y durante sus 12 años de relación tuvieron dos hijos.

Tras realizarse una funa en redes sociales en contra del sujeto, Sepúlveda cuenta que llegó la PDI hasta su casa. De ese modo, los detectives sacaron fotografías al dormitorio de Josefa, revisaron su ropa y hallaron cartas y cuadernos con más relatos.

“El comisario Rivera encontró una croquera, se puso a leer y dijo: ‘Claramente estaba con una depresión’. Claro, yo nunca había tomado atención a esas croqueras, y luego ahí la leí, ella sólo deseaba morirse, no estar más acá en esta vida, sólo deseaba irse arriba con Dios“, reflexionó su madre.

Luego de conocer el testimonio de su hija, la mujer tuvo acceso a la carpeta investigativa, donde se mencionaba a otra víctima. “Usted no se imagina cuánto dolor hay ahí (…) Haberme dado cuenta del psicópata, maltratador, abusador, que estaba a mi lado, que dormía con el enemigo“, reflexionó.

“Ahora me hace sentido”

Igual ahora todo me hace sentido, porque en la carpeta investigativa declara su hija mayor de 23 años, de su primer matrimonio, donde ella hace mención que un año antes del accidente (de Josefa), su papá le había confesado que él estaba enamorado de una menor de edad, que era un amor imposible”, relató.

A pesar de los antecedentes, Sepúlveda reconoce que nunca sospechó de su expareja. “Se lo prometo, de hecho cuando encontré la carta fue un golpe tremendo. Jamás nunca me imaginé algo así“, aseveró.

Según explicó la mujer, el fiscal Alejandro Bustos está a cargo del caso de Josefa y el comisario Rivera de la PDI de Abusos sexuales de Los Andes realizó toda la investigación.

Cabe señalar que actualmente su expareja vive en Alhué, cerca de Melipilla, y se espera que pronto pueda ser formalizado por este delito.