La mañana del martes 25 de mayo se realizará la formalización del presunto responsable por el doble homicidio de los hermanos Catalina y Rubén, cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida en su vivienda el pasado lunes 17.

La investigación sigue adelante, y diversos medios y programas han analizado el caso desde diferentes aristas, entrevistando a la familia de las víctimas, pero también a quienes conocieron y compartieron con el hombre que fue detenido la noche del viernes pasado en el cerro La Pincoya, en Huechuraba.

En esa línea, la jornada del lunes el matinal Bienvenidos conversó largamente con Alejandra del Campo, la madre del sospechoso, quien reveló en una entrevista telefónica diversos aspectos de la infancia de su hijo, los diagnósticos de salud mental que no estarían tratados, y la relación que mantenía con él.

Inicialmente, y a la luz de los hechos, Tonka Tomicic le preguntó a la mujer si creía que su hijo era capaz de haber realizado los crímenes que se le imputan, ante lo que recibió una respuesta positiva. “Creo que sí, porque a Fernando cuando le dan los ataques de esquizofrenia no se da cuenta de lo que está haciendo y hay que sacárselo de encima. Él se ciega, tiene lagunas mentales”, indicó Alejandra.

“Le mandó un audio a la lola (Catalina) diciéndole ‘perdóname, no fue mi intención, las cosas se salieron de control’. Eso es materia de investigación y no puedo hablar más allá… Pero yo lo vi dos semanas antes de lo que pasó, y él me llevó a la niña para la casa, me la presentó como su polola”, añadió la mujer.

Tonka Tomicic
Captura | Canal 13

Salud mental

“No entiendo qué es lo que pasó acá pero creo que le dio un arranque muy grande de esquizofrenia y no hubo nadie para contenerlo… Él tiene tres personalidades. Una con los amigos, otra en el trabajo y otra con nosotros (su familia). Hasta yo no sé quién es él; me ha hecho llorar lágrimas de sangre mi hijo porque vive en su mundo de fantasía”, aseguró también la madre del detenido.

Según sus palabras, “no es un hombre normal. Es una aberración lo que hizo. Yo le dije que se entregara y que no hiciera sufrir más a esa familia“.

“¿Está acreditado su diagnóstico por parte de profesionales?”, quiso saber Amaro Gómez-Pablos.

“El colegio donde él iba lo tiene acreditado, son todos profesionales. El psiquiatra mandó darle ravotril porque no lo podían controlar”, explicó.

Sin embargo, dejó de medicarse a los 22 años, y se negó a sacar la pensión por invalidez y continuar su tratamiento porque decía que no estaba loco. De hecho, la madre destacó que él era muy responsable en el trabajo, no bebía alcohol ni consumía drogas. Por eso, ella pensó que había logrado insertarse en la sociedad y ser aceptado pese a su condición.

“Nadie hubiera pensado una cosa así… Me dijo que a la Cata la quería, y al otro lolo (Rubén) igual. Siempre dijo que eran como sus hermanos, que salían, iban al cine, o a Fantasilandia… Pasan unos días, pasa esto, y yo no me lo puedo explicar“, dijo también.

Por otro lado, Alejandra del Campo reveló por qué su hijo ya no vivía con ella. “No le gustaba que yo lo controlara y que fuera intrusa, porque yo soy de las mamás metiches que le revisa el celular y los documentos. Eso detonó que él se fuera. No estábamos de acuerdo. Yo tenía que saber todo, porque sabía de su condición mental, pero en ningún momento me acerqué a su trabajo a decir nada porque lo iban a echar. Él estaba pagando su arriendo y quería hacer su vida solo”, comentó.

Bienvenidos mamá del detenido por crimen de El bosque
Captura | Canal 13

Antecedentes de infancia

La madre en la entrevista con Bienvenidos confesó que Fernando aprendió a caminar a los 3 años. Hasta los 7 no controlaba esfínter. “No compartía con otros niños ni socializaba. Se dieron cuenta de que era un niño autista. Me lo mandaron a colegios especiales. Al inicio era controlable. No comía ni se bañaba si uno no se lo decía. Después fue al colegio y empezó en una etapa de locura total… Se atrincheraba dentro de la sala. Les pegaba a los profesores… Tenía en la cabeza que era alguien que debía ser violento”, aseguró.

Su infancia, por otro lado, estuvo marcada por un padre golpeador y ausente. Aquello llevó a la madre a solicitar ayuda para poder sostener a sus hijos, que eran 4 en total de ese matrimonio.

“En mi casa había dos colchonetas en el suelo. Pasamos hambre. Yo hasta mi último embarazo tuve bajo peso. No me quedó otra que hablar con la jueza de San Bernardo, que solo me ofreció entregar a mis hijos a un CTD (Centros de Tránsito y Distribución del Sename) para que tuvieran comida y techo para dormir“, recordó.

“Estuvieron unos meses, siendo muy pequeños. Yo iba a verlos todos los miércoles y sábados para compartir con ellos”, añadió, explicando que después sus hijos fueron instalados con familiares del padre, que los tuvieron por unos años hasta que se los entregaron a la madre nuevamente.

Según ella, ya desde el Sename lo señalaron como un niño que se aislaba, que no compartía. Posteriormente, no lo recibían en los colegios, hasta que llegó a uno que lo aceptó a pesar de los problemas. “Yo lo sacaba de la sala y hablaba con él hasta que se calmaba”, dijo respecto a los episodios de descontrol que igualmente presentó en la etapa escolar.

Margarita Rojo psicóloga Forense
Captura | Canal 13

La detención

Finalmente, Alejandra del Campo reconoció que sintió alivio y tranquilidad cuando su hijo fue detenido, pues pensó que él atentaría contra su vida tras darse cuenta de lo que había hecho. “Él no va a llorar ni a demostrar dolor”, señaló.

“¿Cree que él tomó conciencia de lo que hizo en estos días?”, le preguntó finalmente la animadora del matinal de Canal 13.

“Creo que él no ha captado realmente la seriedad de esto, no ha asumido lo que está pasando, pero sí creo que en sus momentos de lucidez debe estar arrepentido, porque siempre hablaba de esos niños y los quería harto”, respondió ella, añadiendo que por eso mismo se dejó arrestar. “Parece que él quería terminar con todo esto y que lo pescaran. Si no, podría haber tomado sus documentos y haber arrancado cuando lo vieron en el cerro”, aseguró.

En ese sentido, la mujer dijo que esperaba que él pague si es culpable, pero también quisiera que alguien lo pudiera tratar. “Yo estaría tranquila de que él no va a andar en la calle en su condición de enfermo mental. Hay niños que no quisiera que pasaran por la misma situación (de Catalina y Rubén). Que lo mediquen y lo ayuden, porque él es como un niño. Pasó a ser un adulto, y pasó a ser un homicida. Todo en la misma persona”, dijo.

Siento pena porque nunca pude lograr contenerlo. Como madre también me duele que haya sido mi hijo quien cometió estos crímenes. No estuve ahí para frenarlo… Él tiene una revoltura en su cabeza y no sabe qué hacer”, concluyó.