Actualmente en Chile se han vacunado 2.961.978 personas. Un 23% ha sido niños y tan solo un 19% son personas con patologías crónicas. Sin embargo, hay que destacar que las enfermedades infecciosas son un tema común hoy en día, y esto sin duda se ve agravado por la pandemia actual que enfrentamos.
Según el doctor Hernán Cabello, especialista Broncopulmonar de Clínica Alemana, los síntomas pueden ser similares entre el COVID-19 y la influenza, y es importante comprender que esta última es una enfermedad infecciosa con un impacto potencialmente inmenso en la salud pública, la cual puede provocar la muerte de alrededor de medio millón de personas cada año.
En el contexto sanitario actual que se vive en el país, las infecciones por influenza pueden incrementar la presión sobre los hospitales y el sistema de salud en general.
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Esta infección respiratoria viral prevalente de forma estacional se transmite fácilmente de persona a persona y puede afectarnos a todos a cualquier edad. Sin embargo, ataca principalmente a los niños, embarazadas, adultos mayores y personas con patologías crónicas. La mejor forma de prevenir la gripe es vacunarse todos los años.
De acuerdo al Ministerio de Salud, la vacuna contra la influenza es una herramienta de prevención importante para las personas con afecciones de salud crónicas, ya que disminuye las complicaciones de salud y el riesgo de hospitalización, así como también ayuda a optimizar los recursos médicos gracias a la prevención oportuna.
Mutación del virus
Según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), durante 2020 se registraron aproximadamente 3.530 muertes en el país por influenza y complicaciones de neumonía.
Como es fundamental generar conciencia sobre esta enfermedad infecciosa, se deben resaltar algunos puntos claves para entender mejor la importancia de la vacunación.
¿Por qué hacerlo anualmente? Cada año las cepas del virus de la influenza pueden mutar. Se han desarrollado o actualizado diferentes generaciones de vacunas contra la influenza para satisfacer las necesidades actuales de la población.
“Con cada cambio de variante, surge una nueva amenaza para nuestra salud, por lo que es necesaria la disponibilidad de vacunas contra la influenza que reflejen los últimos cambios de variante”, explica el especialista.
Similitud con otras enfermedades respiratorias
Debido al contexto global actual, es importante resaltar las similitudes de síntomas entre enfermedades, algunos de estos son: fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolor de cabeza, secreción nasal, dolor muscular, entre otros. La influenza se puede confundir fácilmente con el coronavirus. Para evitar confusiones, el testeo y el asesoramiento médico son la única forma de diferenciar las infecciones.
En cuanto a la vacunación contra ambas enfermedades, se recomienda un intervalo mínimo de 14 días antes, en el intermedio entre la primera dosis y la segunda dosis o 14 después de la pauta completa de la vacuna contra COVID-19 para aplicar otras vacunas.
Es importante destacar todos los esfuerzos públicos y privados para mitigar el impacto de esta condición en materia de educación y acceso a soluciones. Chile avanza con una campaña de salud para que la población vulnerable se vacune contra la influenza, por lo que es clave que las personas en el país aprovechen estos recursos para maximizar sus posibilidades de mantenerse saludables.
