Fue el jueves pasado cuando un niño de 12 años desapareció en la localidad de Longaví, en la región del Maule, cuando salió a pasear a sus perros. Lamentablemente al día siguiente el menor de edad fue encontrado sin vida al interior de un pozón.

Por este hecho, ya hay dos sospechosos, que fueron detenidos en las inmediaciones de Padre Pío, en el camino a Talca y que este martes, a eso de las 11 de la mañana, deberán enfrentar la audiencia de formalización.

Los hombres, de 18 y 27 años, serían los presuntos autores del homicidio del niño, cuyo cuerpo presentaba heridas cortopunzantes, dejando en evidencia que en su deceso existió la participación de terceras personas.

Y este domingo el Servicio Médico Legal entregó el cuerpo del niño a la familia, en donde fue despedido por decenas de personas, esto, mientras continúan la investigación de lo ocurrido.

¿Intentaban huir?

Fue en este contexto que llamó la atención el relato de un hombre que trabajaba junto a los acusados, indicando que los imputados habrían intentado huir de la ciudad, una vez que el cuerpo del menor de edad fue hallado.

“El jefe, hoy día en la mañana me llama y me dice que ellos habían estado ahí el día viernes, entregando el cargo. Unos zapatos y no sé qué otras cosas más“, indicó el vecino a CHV Noticias.

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Para argumentar el repentino abandono de sus funciones, ellos habrían indicado, de acuerdo al testimonio del entrevistado, que “les había salido una pega para Talca y se iban para allá. Duraron poquitos días ahí”, agregó el hombre.

Por último, el vecino aseguró que “el dolor es grande. Es como un sobrino para mí”, dijo sobre el niño.