El dramático caso de José Alarcón Ulloa comenzó el 25 de junio de 2003, cuando fue a Rancagua para realizar sus labores como temporero. Desde aquel día, su familia jamás lo volvió a ver.

Debido a que perdieron todo contacto con él, la esposa y su hija interpusieron una denuncia por presunta desgracia. Recién en 2010 les notificaron que el hombre había fallecido, y que incluso existía una autopsia que lo comprobaba.

Desde aquel momento se comenzaron a descubrir una serie de errores que recién este 2021 salieron a la luz, según detalla BioBioChile.

Fue el 27 de junio de 2003 que en el Hospital de Buin se confirmó la muerte de Alarcón, tras un politraumatismo provocado durante un accidente ferroviario. A la semana el Servicio Médico Legal realizó la autopsia, que confirmó la identidad de la persona.

Ahora era el turno de la Policía de Investigaciones, que debía notificar a la familia. El problema fue que lo hicieron en un domicilio que no conocía a este padre. Como nadie reclamó el cuerpo, supuestamente este fue enterrado en el Cementerio General,

La familia se enteró de la ola de errores

Años después, gracias a la Ley de Transparencia, la familia tuvo acceso a la carpeta investigativa y se enteró de todos los errores que hubo en este caso.

Fue ahí que supieron que Alarcón jamás llegó al cementerio, sino que en realidad, sus restos terminaron en la Universidad Católica del Maule, para fines de investigación y docencia. Al plantear la solicitud para que devolvieran el cuerpo, otro problema ocurrió.

En abril de 2011 el SML se comprometió a recuperar los restos de Alarcón, pero fue recién en noviembre de 2014 que reconocieron que perdieron el rastro del cuerpo.

Ante todas estas negligencias, en 2019 la madre y la hija del hombre demandaron al fisco por daño moral y falta de servicio por $150 millones. Finalmente, se confirmó que el pago sería solo de 40 millones de pesos.

Sobre el paradero del cuerpo, fue hallado en una urna en el SML y fue el 25 de noviembre de 2015 que la familia pudo realizar el funeral en el Parque Cementerio Jardín Sacramental de San Bernardo.