Sigue adelante en Estados Unidos el juicio contra Derek Chauvin, policía que arriesga hasta 40 años de prisión por su responsabilidad en la muerte de George Floyd, ciudadano afroamericano que fue detenido el 25 de mayo de 2020 con tal violencia que resultó muerto.

Recordemos que el exagente realizó una maniobra para reducir al hombre -acusado de pagar con un billete falso en una tienda-. Una vez que lo tuvo en el suelo, Chauvin apoyó su rodilla en el cuello de Floyd, impidiéndole respirar, tal como él mismo lo repitió varias veces, quedando registrado en las cámaras corporales de los demás uniformados que estuvieron presentes en el procedimiento.

La jornada del lunes fue citado a declarar como testigo el doctor Bradford Langenfeld, quien certificó la defunción de George Floyd. El profesional de la salud sostuvo que la asfixia fue la causa más probable de su muerte, y no un ataque al corazón como quiere demostrar la defensa del policía responsable.

Black lives matter
AFP

Langenfeld trabaja en el Centro Médico del condado de Hennepin (Minesota), y fue solo uno de los encargados de testificar durante la primera jornada de la semana.

Superiores retiraron apoyo

El jefe de las fuerzas del orden de Mineápolis testificó también en contra de Derek Chauvin, asegurando que había violado la política de la institución.

Medaria Arradondo, un hombre negro de 54 años que lleva tres años en su cargo, reveló en el juicio que esa forma de restricción “no es parte de nuestra ética o valores”.

Según sus palabras, arrodillarse sobre el cuello de George Floyd “podría ser razonable en los primeros segundos para controlarlo, pero no una vez que dejó de resistir, y especialmente no después de que se desmayó”.

Por otro lado, subrayó que el uso de la fuerza debía estar reservado a los crímenes violentos, y que pagar con un billete falso estaba lejos de esa categoría.

Recordemos que Chauvin salió bajo fianza, y ha sido juzgado durante una semana por el asesinato. Sus colegas, en tanto, acusados de complicidad en la muerte de Floyd, serán procesados en agosto.

En Estados Unidos, los policías que hacen uso excesivo de la fuerza rara vez son despedidos por sus superiores. Los convenios colectivos suelen beneficiarlos, ya que los sindicatos son muy protectores. Además, es poco frecuente que sean procesados, y declararlos culpables es algo realmente difícil.