El miércoles se mostraron al jurado las impactantes imágenes de las cámaras corporales de los policías acusados de matar a George Floyd, un hombre negro de 46 años cuya muerte provocó protestas contra el racismo en todo el mundo.

En el tercer día del juicio contra el expolicía Derek Chauvin, los fiscales presentaron los videos grabados por las cámaras de los cuatro efectivos policiales implicados en la detención de Floyd, ocurrida el 25 de mayo de 2020, por supuestamente haber utilizado un billete falso de 20 dólares para pagar en una tienda.

El exagente de 45 años está acusado de asesinato y homicidio involuntario por su intervención, ya que inmovilizó boca abajo a la víctima, quien suplicó varias veces asegurando que no podía respirar.

Los otros tres policías implicados -Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao- serán juzgados en agosto por “complicidad de asesinato”.

Los videos

El registro de la cámara corporal de Lane muestra a Floyd diciendo “por favor, no me disparen”, mientras es sacado de su auto fuera de la tienda donde pagó un paquete de cigarrillos.

Gerorge es esposado y llevado a un vehículo policial donde se angustia cada vez más y forcejea con los agentes que intentan meterlo en la parte trasera del vehículo.

“Soy claustrofóbico, hombre”, alega repetidamente. “¿Por qué me haces así? No me hagas esto”, dice también.

Después de que Floyd cae del auto a la calle, entre tres agentes lo inmovilizan y Chauvin se arrodilla sobre su cuello.

Aunque la cámara corporal de Chauvin se desprende en el forcejeo y cae bajo el vehículo, las cámaras de los otros agentes siguen funcionando.

Floyd dice repetidamente que no puede respirar. “Mamá, te quiero”, se le escucha en un momento. “Me duele el estómago, me duele el cuello”, añade.

En un momento dado, uno de los agentes dice “creo que se ha desmayado” y pregunta si deberían “ponerlo de lado”.

Las imágenes de las cámaras corporales continúan hasta que llega una ambulancia y lleva al hombre inconsciente al hospital, donde fue declarado muerto.

Juicio George Floyd
AFP

Incredulidad y culpa

Además de los registros de las cámaras corporales, el proceso judicial contó el miércoles con el emotivo testimonio de un joven cajero de una tienda, quien dijo que se arrepentía de haber aceptado el billete falso de 20 dólares de Floyd.

“Si sencillamente no hubiera aceptado el billete, esto podría haberse evitado”, lamentó Christopher Martin, de 19 años. Aunque supo enseguida que no era un billete legal, lo cogió igualmente.

“Pensé que George no sabía realmente que era un billete falso”, relató. “Creí que le estaba haciendo un favor. Lo tomé de todas formas y pensaba anotarlo en mi cuenta”, afirmó, refiriéndose a que la cantidad habría sido restada de su salario, pues incluso se ofreció a pagarlo.

Pero el cajero le comentó igualmente al responsable de la tienda lo que había ocurrido, y él llamó a la policía.

Por otro lado, Martin describió que Floyd parecía estar bajo influencia de drogas o alcohol cuando entró en la tienda, pero que fue “muy amigable, cercano y hablador”.

Eric Nelson, el abogado defensor de Chauvin, expuso en los argumentos de apertura que la muerte de George Floyd estuvo originada por las drogas y por sus condiciones médicas previas, y no por asfixia.

Martin contó que salió de la tienda cuando escuchó “gritar y chillar” afuera, momento en que vio a Chauvin con su rodilla en el cuello de la víctima, en el suelo. “George estaba inmóvil, flácido”, detalló.

En las imágenes de una cámara de vigilancia presentada al jurado, se ve al joven empleado impactado, poniéndose las manos sobre la cabeza. Al fiscal, quien le preguntó qué sentía en ese momento, le respondió con la voz embargada por la emoción: “incredulidad y culpa”.

El testigo y el jurado

También declaró el miércoles Charles McMillian, de 61 años, que dijo que pasaba por allí ese día y se paró a ver qué ocurría.

Al ser el primer espectador en la escena, puede ser escuchado en el video diciéndole a Floyd, ya esposado, “no puedes ganar” e instándole a que entrara en la parte trasera del automóvil de la policía.

McMillian comenzó a sollozar mientras se reproducía el video, quitándose las gafas y limpiándose los ojos con pañuelos de papel hasta que el juez Peter Cahill pidió un breve receso.

“Me sentí impotente”, dijo el testigo, quien también se enfrentó a Chauvin después del incidente.

La sesión matinal del juicio fue brevemente interrumpida cuando un miembro del jurado -formado por nueve mujeres y cinco hombres- pareció indispuesto.

Los fiscales tratan de demostrarle al jurado que Chauvin no tenía ninguna justificación para usar la peligrosa maniobra del cuello con Floyd.

El exagente, que pasó 19 años al servicio de la policía de Mineápolis, fue liberado bajo fianza, y comparece libre al juicio en el que se declara no culpable. Se enfrenta a hasta 40 años de prisión en caso de ser condenado por la acusación más grave: asesinato en segundo grado.

El jurado debe entregar su veredicto hacia el fin de abril o comienzo de mayo.