Mediante grupos de WhatsApp y a un costo de $15 mil, el Vacunatorio Chillán ofrecía el “servicio” de inmunización a domicilio contra el COVID-19.

El recinto de salud privado promocionaba la vacunación a través de redes sociales, incumpliendo los criterios establecidos por el Minsal, en relación a regirse por el calendario establecido, priorizando a los grupos de riesgo.

Por lo anterior, el Departamento de Salud Pública de Ñuble inició un sumario sanitario en contra del vacunatorio, tras recibir una denuncia por parte de la Gobernación de Diguillín, según consigna BioBioChile.

Técnicamente, el sumario se presentó por no cumplir con el calendario de vacunas contra el COVID-19, y a su vez se solicitó no cobrar por la administración de las dosis.

Pero eso no fue todo, ya que según reveló la seremi de Salud, dra. Marta Bravo, en el establecimiento se detectaron otras irregularidades, como la vacunación a cinco personas menores de 46 años sin comorbilidad.

Asimismo, hallaron “artículos ajenos” a la inoculación en el refrigerador que estaba designado para almacenar las vacunas.

Según detalla el sitio de noticias, tras la fiscalización se procedió al retiro de al menos 200 vacunas ministeriales de distinto stock, por no cumplir con las condiciones para un correcto almacenamiento.

Cabe señalar que se dispuso de un plazo de 5 días para que el Vacunatorio Chillán presente sus descargos y un plan de mejoras al Programa Nacional de Inmunizaciones. Eso para evaluar la continuidad del convenio vigente.