Este martes se llevó a cabo la jornada de formalización de Jorge Escobar, por la muerte de su sobrino nieto Tomás Bravo. El hombre es -hasta ahora- el único sospechoso y detenido por la desaparición y fallecimiento del niño.

Pese a que la Fiscalía exigia la prisión preventiva tras ser formalizado por homicidio calificado, la jueza rechazó tal medida cautelar y decretó un plazo de investigación de seis meses para esclarecer el caso. No osbtante, la Fiscalía presentó un recurso de apelación, por lo que el imputado se mantendrá detenido hasta el jueves, día que se espera conocer el resultado de este recurso.

En este contexto, la hermana del imputado y abuela de Tomás, Elisa Martínez, comentó a 24 Horas que “no existen pruebas” para culpar a Escobar y -de paso- criticó el trabajo del fiscal a cargo.

“Desde el primer momento, para hacer el trabajo fácil, dice que mi hermano es culpable y que va a cerrar el caso (…) el persecutor “está haciendo muy mal su trabajo. Todo el tiempo se está adelantado, diciendo en la audiencia que él (Escobar) era culpable de homicidio y sin tener las pruebas concretas y relevantes“, agregó.

El fiscal no tiene pruebas, y no las va a tener”, reiteró, argumentando que es “imposible” que su hermano haya estado en el lugar donde fue hallado Tomás, considerando los horarios tras la desaparición.

Respecto a la resolución del Juzgado de Arauco, la mujer comentó que “nosotros siempre dijimos que se iba a saber la verdad. Hay gente que no nos conoce. La gente que nos conoce nos ha apoyado todo este tiempo y nos ha dicho ‘sabemos que él no es culpable’”.

Asimismo, culpó nuevamente a las videntes. “¿Una de las videntes encontró al niño? A nosotros nos dijeron muchas cosas y ninguna me trajo a Tomasito. Queda claro que son personas mentirosas que nos hicieron mucho daño“, lamentó.

En ese sentido, aseguró que ya están preparando querellas para algunas personas que los han juzgado mal. “Cuando ya se sepa la verdad esas personas van a tener que responder“, afirmó.

Reveló presiones de la PDI

Elisa también reveló que durante el proceso de investigación y búsqueda del niño, hubo fuertes presiones en contra de sus familiares. “La PDI presionó incluso a mis hijas. Que dijeran la verdad, que sabían algo, mi hija incluso menor de edad. Nosotros hicimos esa acusación a la Intendencia“, aseguró.

Esas mismas presiones habría sufrido su hermano, según denunció Martínez. “En las primeras declaraciones le exigían que tenía que entregar al niño, culpándolo. Y varias veces lo culpaban y le decía que tenía que echarse la culpa, y él le dijo que no, porque él siempre ha mantenido la posición de que es inocente. Después incluso me vinieron a pedir disculpas”, cerró.