Fue en junio de 2020 cuando Jaime Mañalich renunció a su cargo como ministro de Salud, tras su mala evaluación por la gestión de la pandemia.

Lo anterior, sobre el supuesto retraso en la adopción de medidas preventivas para el contagio del COVID-19.

En este contexto, el exminsitro evaluó su gestión y reconoció que fue él quien propuso a Enrique Paris para que lo reemplazara.

“La conciencia de que estábamos ante un tema muy grave ya estaba instalada y, dentro del temor y el aprovechamiento político que la pandemia significó, yo había cumplido una etapa y era necesario que asumiera una persona más afable“, declaró en entrevista con El Mercurio.

Desde su perspectiva, reconoció que estaban en una etapa donde era necesario “un mando fuerte”. “Se creó una alerta sanitaria a principios de febrero, cuando ningún país lo estaba haciendo aún, y pocas semanas después hubo un Estado de excepción constitucional“, destacó sobre su gestión en la cartera de salud.

Aún así, admitió que su gran falencia fue no haber cerrado las fronteras a tiempo. “Sufrimos las consecuencias de la falta de información europea, fundamentalmente de España e Italia. Ellos no informaron adecuadamente la cantidad de casos que estaban teniendo, cuando había muchos chilenos en esas latitudes”, justificó Mañalich.

Quizás me faltó haber sido mucho más drástico en cerrar la frontera para viajeros que venían de Europa. Según su estimación, eso podría haber contribuido a que el brote de la Región Metropolitana “hubiera sido un poco más suave“.

Por otra parte, se refirió al escaso rol de la atención primaria, criticando que no es uniforme a nivel nacional. “Sino que ocurren las cosas como cada alcalde cree que deben ser”, apuntó.

“De hecho, lo estamos viendo ahora con la vacunación: pese a que hay normas claras, hay alcaldes que estiman conveniente vacunar a otras personas y agotan las dosis que están destinadas para una población determinada”, concluyó sobre el tema.