Un exceso en el uso del arma de fuego imputó la Fiscalía de Coronel al cabo segundo de Carabineros que disparó y dio muerte a un joven de 20 años, en medio de un procedimiento policial por un supuesto robo a un local comercial de Playa Blanca.

El uniformado fue formalizado por violencia innecesaria con resultado de muerte.

No debió disparar directamente al cuerpo de la víctima si su objetivo era detenerlo, argumentó la fiscal Glenda Lagos durante la formalización del cabo segundo Meykolh Cáceres Matus, a quien imputó el delito de violencia innecesaria con resultado de muerte.

Durante los primeros minutos de este miércoles, un llamado telefónico de seguridad ciudadana alertó a la policía sobre la conducta sospechosa de dos personas que merodeaban un restaurante en Playa Blanca.

Los jóvenes corrieron cuando llegó la patrulla y Maximiliano Ramírez Quiñilén (20), es seguido por el funcionario, cae al tropezar con una estructura y subió a su auto desobedeciendo la orden de detenerse gritada por el efectivo policial.

Ahí sobrevino la reacción excesiva del uniformado, detalló la persecutora penal.

El disparo destrozó el vidrio del copiloto y dio en la ingle derecha de Maximiliano, sin salida de proyectil, quien murió desangrado en el lugar.

Su primo Francisco Ramírez descartó de plano que fuese un maleante, por el contrario, un joven padre con afán de superación.

Tampoco se condice la personalidad del fallecido con un intento de atropello al carabinero, cuya incapacidad de discernimiento quedó al desnudo, agregó.

El Juzgado de Garantía de Lota le aplicó al imputado la medida cautelar de arresto domiciliario total y otorgó un plazo de cuatro meses a la fiscalía para finalizar la investigación.