Todavía hay muchas dudas e interrogantes en torno al crimen de Fernanda Maciel. Así lo señaló Pedro Díaz, abogado de la familia de la víctima, tras conocer las declaraciones del imputado Felipe Rojas.

“Es un relato crudo sin ninguna emoción en la cara de este sujeto”, declaró el jurista, en conversación con CHV Noticias. “Llama mucho la atención cómo alguien, siendo amigo por tantos años, comete este ilícito”, añadió.

En este contexto, Díaz indicó que Rojas tenía una fijación sexual con Maciel desde hace mucho tiempo. “Una fotografía al interior de la bodega despierta este instinto sexual en contra de ella”, explicó.

De igual forma, el abogado señaló que todavía hay aspectos que no le cuadran. “Por la referencia que tenemos de los videos, que son dos horas que este sujeto estuvo al interior de la bodega, a nosotros no nos cuadra que él haya realizado toda esta dinámica y haber enterrado el cuerpo al interior de la bodega”, detalló.

Considerando lo anterior, Díaz cree que “alguien le cooperó como cómplice, como encubridor a lo menos, porque hay una cierta cantidad de llamados esos mismos días a una persona, y eso quedó en el aire”.

Captura CHV
Captura CHV

Relato de Felipe Rojas

En conversación con el diario Las Últimas Noticias, Díaz reveló algunas de las frases que Felipe Rojas relató en su declaración.

“Dijo que el 10 de febrero del 2018, él se contactó vía WhatsApp con Fernanda y se pusieron de acuerdo para juntarse en la bodega a fumar un pito de marihuana. La joven ingresó y se sentó en unos sacos que había en el primer cuarto de la casa, que era el living comedor. Él se sentó frente a ella y se pusieron a conversar sobre algunos amigos que tenían en común”, detalló Díaz.

De ese modo, indicó que mientras conversaban, Rojas le sacó una fotografía a las piernas de Fernanda, quien andaba con vestido ese día. “En ese momento, dijo que comenzó a ‘pasarse rollos’ con la foto y a crear una suerte de obsesión sexual con ella”, precisó.

“Cuando Fernanda dijo que se iba, de acuerdo con el relato de Rojas, él se desesperó y dijo que no sabe qué le pasó, que se nubló porque pensó: ‘Se me va esta persona’. Entonces la tomó del cuello, la arrastró nuevamente hacia la bodega y la ahogó con su brazo hasta que ella quedó inconsciente. En el suelo procedió a violarla”, añadió.

“Después de eso, la amarró, la envolvió en unas telas y la metió en unos sacos; se dirigió al fondo de la bodega donde había un hoyo listo de 70 centímetros, supuestamente dijo que era para bota escombros. Allí enterró el cuerpo, lo tapó con cal y tierra para al día siguiente cubrirlo con cemento”, agregó Díaz.

Finalmente, según Rojas, “se dirigió hasta la casa de Fernanda, se subió a la pandereta y comenzó a llamarla hasta que salió su madre. Ella le dijo que su hija no estaba, que había salido”.