Hasta ahora la mayoría de las pruebas PCR deben hacerse con una orden médica previa o bien acudir a un servicio de urgencia, señalando algún contacto estrecho o reportando síntomas asociados a la enfermedad.

Esta realidad cambiarán dentro de los próximos días, pues a través de un nuevo decreto de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, la orden médica ya no será un requisito para realizarse el examen PCR, sino que podrá aplicarse “a requerimiento del propio interesado”.

En el decreto que informa de esta medida a los laboratorios, se indica que en el contexto de esta emergencia sanitaria, es necesario “facilitar el acceso al examen de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) qu es el utilizado para realizar el diagnóstico de COVID-19”.

“En ese sentido, conviene reafirmar la factibilidad de realizar exámanes de PCR sin necesidad de que medie orden profesional”, detalla.

Eso sí, independiente de que un paciente pueda ir voluntariamente a realizarse el examen, existe la obligatoriedad de los laboratorios de informar los resultados a la autoridad de Salud, tal como lo están haciendo actualmente los médicos en la plataforma Epivigila, la que registra información sobre contagiados y casos sospechosos.

Respecto a este último punto, Beatrice Herve, microbióloga del laboratorio de Clínica Las Condes, comentó a La Tercera que si bien la medida “favorece el testeo”, se deben atender otra dificultades que puedan surgir en su implementación. “Una de ellas puede ser la notificación. Otra es la capacidad de laboratorio, porque no es infinita. Nosotros tenemos sistema de agenda y la demanda esta semana ha ido progresivamente aumentando”, señaló.

En tanto, desde Consejo Asesor COVID-19, la epidemióloga María Teresa Valenzuela, se manifestó a favor de esta medida ya que “en un momento como este, en que hemos visto incremento de casos, poner obstáculos para que un paciente se haga el examen, no me parece”.

No obstante, es consciente que esto implica un desafío para que los laboratorios notifiquen oportunamente el caso sospechoso. “Hay que asegurarse que los 159 laboratorios de la red estén conectados con Epivigila, porque tiene que haber una ubicación del caso y sus contactos por si este resulta positivo. Debe existir una persona que haga estas notificaciones a la plataforma”, aseguró.

Claudia Cortés, infectóloga de la Universidad de Chile y vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), indicó que “esta modificación facilita el acceso al diagnóstico, pero queda el conflicto de quién se va a hacer cargo de las notificaciones. Hoy es el médico quien completa el formulario de Epivigila. Con esto, cuando vaya la persona al laboratorio tiene que quedar superestablecido quién hace el seguimiento del caso”, manifestó.