La policía alemana -que investiga la desaparición de Madeleine McCann- confirmó haber recibido nuevas pruebas que complicarían aún más la situación del principal sospechoso en el caso, el alemán Christian Brueckner.

Se trata de una serie de fotografías aportadas por turistas británicos que estaban en el lugar al momento del rapto de la niña que estaba a días de cumplir cuatro años y se encontraba en el cuarto de un hotel en Praia da Luz, Portugal.

El fiscal en jefe que lidera esta investigación, Hans Christian Wolters, aseguró que “recibimos pistas de Inglaterra, incluidas las de turistas de vacaciones en Portugal durante aquel tiempo. Tenemos algunas fotos en las que podría haber algunas cosas interesantes en ellas. Estamos siguiendo pistas bastante buenas”, consignó el medio inglés Mirror.

Claro que para Wolters existe un temor que podría presentarse hacia fines de diciembre, y que tiene que ver con la salida oficial del Reino Unido de la Unión Europea. Si bien la nación ya está afuera del continente europeo, existe un periodo transitorio que finaliza el 31 de diciembre de 2020.

En este contexto, el persecutor cree que esto podría ralentizar la transmisión de pruebas que contribuyan a la investigación. “En la Unión Europea todo estaba unificado y había una asistencia legal uniforme entre los países europeos. Pero cuando el Reino Unido se vaya, Alemania tendría que hacer una solicitud formal y luego consultar todo individualmente”, lamentó el fiscal.

Según registros telefónicos, el principal sospechoso se encontraba en la zona en que Madeleine desapareció esa fatídica noche del 3 de mayo de 2007.

Cabe señalar que en julio pasado, un amigo de Brueckner habría informado a la policía que el sospechoso le confesó en 2017, entre tragos, que “sabía lo que había pasado” con Maddie, mientras veían un especial de televisión por los 10 años que cumplía el caso.

Brueckner en la cárcel por otros delitos

Actualmente Christian Brueckner cumple condena en Kiel, en el norte de Alemania, tras ser condenado en diciembre de 2019 a siete años de prisión por la violación y robo de una mujer estadounidense de 72 años en 2005, en Portugal, en mismo pueblo donde Maddie McCann desapareció.

Pese a que se interpuso un recurso de apelación contra la sentencia, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJCE) lo rechazó.

El hombre permanecerá así en prisión, permitiendo a los investigadores, que temían su posible liberación anticipada, continuar indagando sobre la desaparición de la niña británica.

Este caso se aceleró repentinamente a principios de junio con la identificación de este alemán de 43 años, un pedófilo reincidente.

A mediados de junio, la fiscalía de Brunswick había explicado que tenía “pruebas o hechos concretos” que apoyaban la convicción de que la niña había muerto, pero no “pruebas forenses”, ya que no se han hallados restos humanos.

Según el abogado de Christian B. citado en los medios de comunicación, el hombre niega toda implicación en la desaparición de Maddie.