Fue en noviembre de 2018, en la comuna de Estación Central, cuando personal de la Sección de Búsqueda de Prófugos de Carabineros, logró detener a Carolina Leiva, estafadora conocida como la “Scarlett Johansson chilena”.

La mujer de 35 años que se encontraba prófuga de la justicia, mantenía una vida de lujos y se relacionaba con varios rostros de la televisión, como Begoña Basauri, Javier Fernández y Natalia Valdebenito, entre otros.

En este contexto, Leiva estuvo privada de libertad por el delito de estafa. Fue en su llegada a la Cárcel de Mujeres de San Joaquín, cuando se encontró con María del Pilar Pérez, conocida por la prensa como “La Quintrala”.

“Ella fue muy buena amiga, me recibió cuando llegué a la custodia directa”, reveló Leiva tras cumplir su condena, en entrevista con el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión.

De ese modo, recordó que fue Del Pilar Pérez quien la recibió en su propio dormitorio. “Fue muy buena persona, se mostró muy cariñosa”, añadió sobre su personalidad. “Me pasó ropa, toallas, útiles de aseo. Me acogió”, agregó.

Asimismo describió que al interior de la cárcel, “La Quintrala” es quien “reparte el rancho”. “Ella da la comida, entrega la cena”, añadió Leiva.

Al principio no me daba miedo. Lo único que fumaba mucho, y después me asustaba que no reconociera su delito: ‘Las cosas que dicen de mí’ o ‘Esto de que yo maté’, añadió Leiva.

(María del Pilar Pérez) siempre está pegada a la televisión, siempre atenta a las noticias“, añadió sobre la personalidad de la arquitecta chilena que cumple condena desde el 2011.

Captura CHV
Captura CHV

El conflicto que provocó su traslado

Sin embargo, al quinto mes de convivencia, la buena relación se habría terminado. “Yo salí de la cárcel por una discusión que tuve con ella”, reveló Leiva.

“Ella estaba muy acostumbrada a que yo le comprara las cosas. En algún minuto empezamos a tener discusiones porque ella quería mandar, hasta que yo me cansé”, admitió.

Debido a esa actitud, Leiva comenzó a cobrarle las cosas que en un principio le regalaba. “Yo creo que eso la molestó”, comentó sobre el inicio del conflicto.

Discutimos y le manché la cama con agua, le di vuelta un crucifijo. Ella se asustó mucho y fue a denunciarme. Ahí me sacaron de custodia directa y me llevaron a población penal”, concluyó sobre el término de su convivencia.