Fue el 24 de julio cuando la Corte de Apelaciones de Temuco revocó el arresto domiciliario para Martín Pradenas, imputado por el abuso sexual y violación de Antonia Barra, joven que se suicidó en 2019.

En la instancia se decretó prisión preventiva mientras dura la investigación, la que cumple en el complejo penitenciario Llancahue en Valdivia. Al llegar fue puesto en cuarentena por 14 días, siguiendo el protocolo del Departamento de Salud Institucional, producto del COVID-19.

A pesar del mediático caso, Pradenas se encontraría “tranquilo y confiado”, de acuerdo a su abogado, Gaspar Calderón, consigna el diario El Mercurio, quien también describió cómo son sus días en la cárcel.

El matutino señala que el hombre de 28 años ingresó al recinto penitenciaro con ropa, cigarrillos, fotos familiares, un inhalador, guantes y una mascarilla adicional. Más tarde fue autorizado a ingresar una radio, con la cual acompaña sus ejercicios.

Además, de acuerdo al medio, Pradenas pasa el tiempo leyendo y para eso dispone de una Biblia. Junto con lo anterior recibiría orientación religiosa.

Videollamadas

Martín Pradenas se encontraba en cuarentena al menos hasta el pasado viernes, por lo cual no ha podido recibir visitas, no obstante puede comunicarse con sus familiares y amigos, a través de videollamadas, dos veces a la semana, y en los horarios que le corresponden.

Además, mantiene contacto constante con su abogado, quien ya prepara una nueva acción judicial en defensa del joven, que una vez concluido su período de cuarentena, debería ser trasladado al sector de imputados.

Sin embargo, esto último estaría en evaluación, como una medida de seguridad para Pradenas, señalaron fuentes de Gendarmería, al citado medio.