La mesa social COVID-19 de educación entregó al Gobierno dos informes con recomendaciones para el tránsito de la enseñanza remota a la presencial y aseguraron que no es necesario apurar el retorno a las clases presenciales, tras las últimas declaraciones del ministro de Educación.

El trabajo se enmarca dentro de las labores que ha desarrollado la mesa social COVID-19, coordinada por la Universidad de Chile y la Universidad Católica, y consta de dos documentos con orientaciones y apoyos para los equipos directivos y profesores.

El objetivo, es poder entregar herramientas a los docentes para educar durante la pandemia y para cuando se genere el tránsito a la presencialidad, enfocados fuertemente en lo socioemocional y en la flexibilidad que tendrá que tener el sistema escolar.

Magdalena Claro, directora del Observatorio de Prácticas Educativas Digitales de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, valoró la priorización que se hizo del currículum, indicando que se requiere un rol más activo de la Agencia de Calidad, entregar mayor autonomía a los estudiantes y evitar presiones al sistema.

Sobre este último punto y a raíz de los dichos del ministro de Educación, Raúl Figueroa, quien para justificar el retorno a las clases presenciales puso como ejemplo los niños que viven hacinados y en riesgo de ser abusados sexualmente en sus casas; Claro llamó a no apurar la decisión.

Carmen Sotomayor, coordinadora de los informes y académica del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, agregó que los informes entregan propuestas para llevar adelante la priorización curricular en Artes, Ciencias Naturales, Educación Física y Salud, Historia, Geografía y Ciencias Sociales, Inglés, Lenguaje y Matemática.

En cuanto a las declaraciones del ministro Figueroa, aseguró que obedecen las instrucciones que emanan del ministerio de Salud para el retorno a las clases.

Respecto a la reapertura de las escuelas, se señala que es necesaria una participación del sostenedor y especialistas en prevención de riesgos, diseñar e implementar protocolos de sanitización y conductuales para la protección de la comunidad escolar.