El pasado 1 de julio Netflix lanzó su renovada versión de Misterios sin resolver, famosa docuserie que fue estrenada por primera vez en 1987, en la cadena estadounidense NBC.
Como lo dice su nombre, la producción relata casos de crímenes que nunca se resolvieron y que incluso han cerrado por falta de información o evidencias.
En este sentido, uno de los episodios más intrigantes es el titulado “Trece minutos”, el cual relata la trágica desaparición de Patrice Endres, una madre y peluquera de tan solo 38 años.
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Fue el 15 de abril de 2004 cuando se vio por última vez a Patrice con vida, en su peluquería ubicada en Cumming, Georgia.
Su hijo Pistol, quien en ese entonces tenía 15 años, reveló que aquel día su madre lo fue a dejar al colegio y, al despedirse, le dijo que lo amaba y que lo vería más tarde en la casa.
Luego, Patrice se dirigió a su salón de belleza y fue allí donde ocurrió lo que hasta el día de hoy es un misterio.
El episodio se llama “Trece minutos” porque fue durante ese tiempo en que, se presume, fue secuestrada: a las 11:37 horas agendó la visita de un cliente y luego, a las 11:50 recibió otra llamada que nunca contestó.
La teoría del secuestro se instauró porque en la peluquería no había señales de violencia, solo la caja registradora abierta y vacía. Además, se encontró el almuerzo de Patrice tibio en el microondas.
Testigos
Policías detallaron que dos testigos vieron que un automóvil azul se estacionó frente al salón de belleza a eso de las 11:45 horas.
De acuerdo a los testigos, quienes no se conocían, vieron a Patrice junto a otra persona de estatura baja y de cabello hasta los hombros, según consignó la revista Esquire.
Otro detalle que llamó la atención de uno de los testigos fue que el vehículo de la mujer no estaba en su lugar habitual, al costado de la peluquería, sino que estaba estacionado de frente al local y al lado del otro automóvil azul.
Rob Endres, el viudo de Patrice
Rob es el viudo de Patrice, era mayor que ella y no se llevaba nada de bien con su hijastro Pistol, a quien no dejó volver a la casa tras la desaparición de su madre.
Tanto Pistol como la hermana y amigas de Patrice creen que Rob tuvo algo que ver en su desaparición, pues aseguraron que él era muy celoso y que ella tenía intenciones de divorciarse.
Rob afirmó que Patrice nunca le dijo que era infeliz con él y menos que quería pedirle el divorcio, negando tajantemente la autoría del crimen y exponiendo su coartada: en el momento de la desaparición estaba en una gasolinera, lejos de la peluquería.
La aparición de los restos
Durante más de un año sus seres queridos trataban de pensar positivo y que Patrice solo se había arrancado, aunque no creían que fuese algo que ella hiciera.
Pero finalmente, el 6 de diciembre de 2005, sus restos óseos fueron encontrados en un bosque del condado de Dawson, Georgia.
El lugar se encontraba a 16 kilómetros de su peluquería y donde la policía buscó muchas veces sin tener éxito.
Al conocerse estos antecedentes la policía recopiló confesiones del crimen, algunas de ellas de parte de reos peligrosos, sin embargo, se descubrieron posteriormente que eran falsas.
Finalmente, el crimen sigue inconcluso y los restos de Patrice fueron cremados. Estos los tiene Rob pese a que la familia de Patrice se los pidió. En la serie afirmó que jamás se los daría a Pistol y el joven señaló que una de sus grandes penas es que su madre aún esté con Endres.
