Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) han comenzado a delinear planes de acción, en caso de concretarse el proyecto de retiro del 10%, considerado dos puntos: por una parte, en materia de operatividad, cómo entregar el dinero y, por otra, de qué manera liquidar los activos.

En relación a lo primero, han solicitado reuniones con los organismos competentes, entre otras cosas, para evitar posibles aglomeraciones de personas frente a las sucursales.

Sobre la liquidación, desde la industria se ha señalado que no hay grandes aprehensiones de realizarlas en el extranjero, a pesar del impacto que podría generar sobre el tipo de cambio en el país.

Sí existe preocupación respecto a la venta en el mercado local, especialmente porque presionaría al alza las tasas de interés si se lleva a cabo a través de renta variable.

El economista de la Universidad de Los Lagos, Hernán Frigolett, manifestó la necesidad de implementar una gradualidad de retiro. “La venta de activos puede ser un problema, si es que se decide liquidar activos en el mercado local, por lo tanto la estrategia debería buscar un mix“, señaló.

Por su parte, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, José Luis Ruiz, aseveró que será importante el involucramiento del Banco Central para extender, por ejemplo, la compra de bonos corporativos.

Para el gerente general de Remesa, Alberto Gerszencvich, el avance de la iniciativa, además del plan del Gobierno dirigido a la clase media, es una buena noticia para el consumo interno. “Va a significar inyección de liquidez al mercado que hoy no lo tiene”, manifestó.

Durante la semana, la Superintendencia de Pensiones informó que las AFP tendrían que entregar alrededor de 20 mil millones de dólares ante un eventual y masivo retiro del 10% de los fondos de jubilación.